Más tranquilo y después de una charla ayer con Martin Demichelis y hoy con Enzo Pérez, el volante de River, Agustin Palavecino, pidió disculpas por el festejo desmedido del penal convertido por Miguel Boja sobre el final del clásico ante Boca: “Estoy arrepentido de lo que hice, creo que generé algo que no había necesidad. No me supe controlar. Fue un error. No es la imagen que queremos dar ni el legado que queremos dejar".
Sobre su charla con el capitán del equipo y con el director técnico Palavecino explicó: "Enzo ayer estaba descontrolado y festejando, hizo un partidazo. Hoy a la mañana lo hablé más en frío con él. Se río un poquito pero fue con cagada a pedos. Y ayer hablé con Demichelis".
Pala relató que cuando llegó al vestuario después de haber recibido una tarjeta roja, escuchó los festejos de sus compañeros y de la hinchada, y ese fue el momento en el que se dio cuenta de lo que había generado: "Ahí dije '¿para qué?' Me estoy perdiendo algo único por haber sido expulsado".
A su vez, explicó cómo fue la secuencia que derivó en el tumulto que terminó con su expulsión: "Cuando yo grito el gol, el primero que saltó fue Romero y después se empezó a meter gente a la cancha. Si se hubiese separado entre los que estábamos jugando, por ahí terminaba ahí nomás".
También hizo referencia a la jugada que terminó en el polémico penal y de la que formó parte: "Cuando tiro el centro, veo que Pablo llega primero que Sández y lo termina tocando. Para mí, sinceramente, fue penal". Y agregó que le dio tranquilidad ver que el que lo iba a ejecutar era Miguel Borja porque "conoce su manera de patear y conoce su efectividad".