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El cabaret, el casting, y la fantasía de secuestrar a Sampaoli

BUENOS AIRES - Jorge Luis Sampaoli seguía con atención cada acontecimiento que ocurría en la Asociación del Fútbol Argentino. Alguien le había comentado que Gerardo Manuel Martino no se encontraba cómodo trabajando al frente de la selección subcampeona del mundo. La relación de ‘Tata’ Martino con los jugadores era óptima, sin embargo, el salario suyo y el de su cuerpo técnico adeudados, las promesas incumplidas, y los palos que los dirigentes de los clubes colocaban en la rueda de día a día al evitar ceder a jugadores claves para disputar los Juegos Olímpicos, secaron su energía como ocurre con las baterías inutilizables.

Pero sucedieron dos cosas. Por un lado, cuando se precipitó la dimisión de Martino, nadie fue a buscar al técnico casildense para interesarle en la posibilidad de dirigir a la selección. De hecho, sólo hubo serios escarceos de parte de Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors, sobre la posibilidad de contratar a Diego Pablo Simeone.

Por otra parte, tras convencerse de que no era este su tiempo, el seleccionador que guió a Chile a la conquista de la Copa América en 2015 intensificó sus negociaciones en Europa para intentar el abordaje a un club a la altura de sus aspiraciones.

Jorge Sampaoli finalmente firmó contrato con el Sevilla el 1 de julio de 2016 hasta el 30 de junio de 2018, y asumió un reto con el cual ha estado soñando desde hace mucho tiempo. Presentarle batalla a Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid con un equipo ambicioso y apto para desarrollar su idea de juego.

Luego, como suele suceder desde hace unos años, algún que otro alguien despertó tarde en la poltrona de AFA. Tras presumir de tener hilo directo con el poder ejecutivo nacional, y después de apartarse por un instante de las rencillas que manan del rosqueo político cotidiano, se preguntaron “che, ¿y Sampaoli? Bielsa y el ‘Cholo’ ya nos dijeron que no. Quizá si lo traemos a él, tal vez podamos convencer a Messi de que vuelva”.

A Messi lo señalan como el instigador de que el seleccionador sea Jorge Sampaoli, pero Lionel está muy lejos de involucrarse en la putrefacta manera de hacer las cosas que tienen los actuales pretendidos representantes de la AFA. Después de haber renunciado a continuar jugando en la selección argentina,

Leo sólo está centrado en el FC Barcelona y se ha transformado en un observador pasivo a la distancia del cabaret en que se han convertido tanto las oficinas de Viamonte 1366, como los centros neurálgicos donde se efectúa el cásting de entrenadores con entrevistas al estilo de una agencia que ofrece empleos temporales.

En uno de esos lugares, la esquina de las avenidas Alvear y Callao, barrio de Recoleta en Buenos Aires, vive una de las únicas personas que se resiste a perder la chance de contratar a Jorge Sampaoli como nuevo seleccionador argentino. En su residencia, Armando Pérez, presidente de la Comisión Normalizadora de la AFA que diagramó el gobierno presidido por Mauricio Macri al amparo de la FIFA, se reunió con Ramón Díaz, antes lo hizo con Miguel Ángel Russo y Edgardo Bauza, y espera hacer lo propio con Nery Pumpido, Jorge Burruchaga y Oscar Ruggeri. También lo haría con Diego Cocca. ¿El motivo? Tentar a los candidatos con un período de transición por 6 meses para que el elegido encauce el rumbo en la eliminatoria rumbo al Mundial de Rusia 2018, y la dirigencia gane tiempo para ofrecerle el cargo a Jorge Sampaoli en el amanecer de 2017 con un contrato respaldado por espónsors.

Aquí, los puntos a tener en cuenta.

1- A Jorge Sampaoli le encantaría dirigir a la selección argentina.

2- Nadie pensó en él cuando estaba libre, y cuando lo hicieron ya era tarde.

3- Sampaoli no romperá su contrato con Sevilla porque como él aseguró “sería muy irresponsable de mi parte abandonar ahora al Sevilla”. Y como apostilló su abogado Fernando Baredes, “es hombre de palabra”.

4- Tampoco dirigirá de manera compartida al Sevilla y a la selección argentina, como alguno de los cráneos de AFA sugirió entre bambalinas.

5- La cláusula de penalización que contempla el contrato de Sampaoli con Sevilla si éste lo rompiera unilateralmente supera los 6 millones de euros de indemnización. Cifra inasumible para una Asociación del Fútbol Argentino que no tiene ni para pagar las cuentas de servicios públicos.

6- La opción más viable para sobrellevar la transición a la espera de que llegue el casildense al banquillo de la selección, pasa por un entrenador que más que presentar un proyecto haga el favor de hacerse cargo de la responsabilidad sólo por un rato.

7- La dirigencia del fútbol argentino ha provocado que el mundo observe consternado el cúmulo de despropósitos que se suceden a diario desde que falleciera Julio Humberto Grondona.

8- Diego Armando Maradona ha sumado su aporte habitual al escenario de caos institucional. “Estamos todos locos si nos peleamos por Sampaoli”. “Por otro lado, hablaré con varios dirigentes para postularme seriamente a presidir la AFA”.

Mientras tanto, si bien Jorge Sampaoli aguarda en Sevilla por una reunión formal en la que le hablen personalmente y no por teléfono de SU momento, en la Asociación del Fútbol Argentino continuarán jugando a la ruleta rusa esta semana.