Ricardo Centurión llegó al país para sumarse a Racing Club y aseguró estar "contento de volver a casa", aunque también admitió que no pensó que se iba a meter en "el corazón de los hinchas de Boca".
El extremo arribó este viernes por la mañana, en el día de su cumpleaños 25, para convertirse en refuerzo de la Academia, donde iniciará su tercera etapa. Allí se inició en 2012/2013 y luego tuvo un breve retorno en 2014, donde fue uno de los artífices del título local, junto a Diego Milito y bajo las órdenes de Diego Cocca.
"Estoy muy contento de volver a casa, ansioso de volver a entrenar", aseguró a los periodistas en el aeropuerto internacional.
Ricky, quien estuvo a punto de pasar al Málaga, admitió que "no pensaba en volver todavía, pero la insistencia del DT y de Diego hicieron que esté acá; toca darle todo lo que ellos me están dando hoy".
"Tengo mucha ansiedad". Consultado sobre el papel de Diego Milito en la negociación para su llegada, Centurión reveló que "Coudet fue uno de los que más insistió, me volvió loco".
El jugador elogió el estilo de juego que propone el Chacho y confió: "Estamos para pelear cosas grandes".
Sobre su estado, tras un semestre con poca continuidad en la Serie A italiana, comentó: "Estoy bien físicamente, a pesar de que no jugué mucho en Genoa, siempre me entrené".
Volviendo a su regreso a Racing, dijo: "Me voy a encontrar con gente que ya conozco, tengo muchas ganas".
"Racing tiene jugadores que juegan bien al fútbol, yo vengo a aportar mi granito de arena".
Y puso como "gran objetivo" la Copa Libertadores.
Pese a su entusiasmo por el regreso a Racing, donde aseguró que va a "dar todo", Centurión también se acordó de Boca.
Consideró que los hinchas se "pueden sentir un poco traicionados" porque no regresó, pero señaló que "así es el trabajo del futbolista" y dio por cerrado el capítulo Boca, aunque remarcó que seguirá siendo "amigo" de Guillermo Barros Schelotto.