BUENOS AIRES -- José María Giménez de Vargas tiene 21 años recién cumplidos, pero parece que tuviera ese tiempo jugando en primera división. El defensa central del Atlético de Madrid volvió a mostrarse seguro cual cerrojo en el eje de la zaga junto a su compatriota Diego Godín, y juntos sacaron adelante el partido de vuelta de los octavos de final de la UEFA Champions League contra el PSV Eindhoven de Holanda, que se complicó mucho más de lo esperado.
El 0-0 que un equipo visitante obtiene en el juego de ida es traicionero en demasía, porque se presupone una supuesta ventaja de cara al encuentro revancha. Pero esa presunción se diluye cuando el ahora equipo local prefiere ceder la iniciativa a la espera de dar un zarpazo afortunado.
Eso fue lo que hizo el Atlético de Diego Simeone en su estadio, Vicente Calderón. Durante los días previos, el ‘Cholo’ había filtrado la posibilidad de jugar un ambicioso 4-3-3 para llevarse por delante al joven conjunto holandés dirigido por el exjugador del FC Barcelona Phillip Cocu.
Sin embargo, el Atlético no cambió un ápice su manera habitual de actuar. Previó un tipo de juego que le beneficiaría, y lo sorprendió la realidad. Fallar ocasiones de gol como la que tuvo el francés Antoine Griezmann frente al arquero Jeroen Zoet le condenó a sufrir. No terminar de hacer pie en un encuentro que nunca consiguió dominar, hizo el resto.
El eje de la zaga atlética se ganó el pan. Godín y Giménez emergieron como dos colosos de Rodas en un área que por momentos pareció territorio vietnamita. PSV, de forma inesperada, se sintió demasiado cómodo a la vera del Manzanares, y los brazos de Simeone parecían las hélices de un helicóptero mientras el entrenador le pedía a la afición rojiblanca que no dejara de alentar a sus jugadores.
En ese contexto, Giménez nunca rifó la pelota y completó 63 de 68 intentos de pase de balón, lo que representó un 93% de eficacia en el juego de posesión. Sacó cuanto remate pudo de los intentos del equipo de la multinacional Philips. Incluso intentó marcar gol y un remate suyo de cabeza se marchó apenas desviado por encima del travesaño.
El de Canelones, Uruguay, cometió dos faltas y recibió una. Y no perdió la posición nunca frente a jugadores como Luuk de Jong, Jürgen Locadia y Marco van Ginkel, que intentaron desbordarle. Giménez iba a cerrar su muy buena noche transformando el penal que le daba la igualdad en 6 goles al Atlético en la tanda decisiva.
Toda una responsabilidad en una definición desde los once pasos en la que el Atlético iba por detrás en el marcador al haber salido sorteado el PSV para comenzar las ejecuciones. En el vestuario, ya con la clasificación en el bolsillo y la felicidad inconmensurable por el pase a cuartos de final, Diego Simeone le reconoció a Germán ‘Mono’ Burgos su enorme acierto al diseñar la lista de ejecutores en la tanda.
Una definición que se extendió más de lo esperado debido al porcentaje de acierto rematador de uno y otro equipo. El marcador finalizó 8-7 tras el disparo de Luciano Narsingh al larguero. El Atlético de Madrid, que se clasificó para los cuartos de final de la Champions por 8va ve en su historia, es el equipo que más veces ha terminado con su arco en cero esta temporada en las 5 ligas más importantes de Europa, 28. Y en la Liga de Campeones su portería no ha recibido goles en 6 ocasiones, siendo superado sólo por el Real Madrid (7).
En esto tiene mucho que ver el rendimiento de JoséMa Giménez y la forma en que se entiende con Godín sobre el césped. Como sea, Giménez, quien debutó el 14 de septiembre de 2013 en la goleada (4-2) de Atlético sobre Almería, va camino de hacer historia en el club colchonero.