MILANO (Enviado especial) -- “Simeone tiene razón. Aún estoy lejos de los grandes jugadores. Trabajo cada día tratando de encontrar mi mejor versión”. El cholismo es credo, sobre todo entre sus jugadores. El francés Antoine Griezmann, la estrella naciente que lideró al Atlético Madrid hasta la final de la Champions de este sábado, es el mejor ejemplo.
En el fútbol moderno el ego personal parece ser la regla. Cuando un futbolista, de apenas 24 años como Griezmann, en el mejor momento de su carrera, desecha compararse con Messi y Cristiano por consejo de su DT hay que prestar atención. El mensaje de Simeone, “el esfuerzo no se negocia”, llega fuerte y claro al plantel.
La evolución de Griezmann en Atlético de Madrid es paradigmática. Llegó la temporada pasada y se pasó el primer semestre jugando poco y nada. “Durante esos seis meses estuve luchando”, admite. Simeone se tomó su tiempo para formatearlo. “Trabajé, trabajé duro y ahora soy un mejor jugador para el club”, reconoce.
La filosofía del trabajo, que el Cholo pregona en las conferencias de prensa, los futbolistas la incorporan en las prácticas. “Simeone tiene mucho rigor, disciplina e intensidad en los entrenamientos. Me cambiaron por completo. Me convertí en un jugador más completo y tengo que continuar por el mismo camino. Pero, no por el momento no estoy en mi mejor versión”, insiste Griezmann.
Es un sacrificio enorme, que sorprendió al francés en un comienzo, pero que paga sus dividendos en la cancha. "Hay días en los que te levantás y decís: ‘Tengo que correr una hora...’, es lo más aburrido. Pero me siento tan bien en los partidos que sé que es eficaz. Nuestro juego es muy físico, eso es lo que necesitamos”. En esas primeras prácticas exhaustivas, Griezmann conoció lo que Simeone esperaba de él. Que fuera el primer defensor del equipo y que aumentar su capacidad goleadora. Con su velocidad y su técnica tenía suficiente para conseguirlo. Cholo tomó la materia prima y se dedicó a moldearla en lo que necesitaba Atlético de Madrid, una punta de lanza muy afilada.
“Cholo me hizo mejor, más goleador”, agradece Griezmann. “Cada día aprendo de él, me da mucha confianza”. El delantero francés incorporó el libreto y la filosofía. Hoy es la figura central de esa aceitada maquinaria que Simeone construyó hace años en Atlético Madrid. El chico de la tapa, la cara visible de un héroe colectivo.
"Tuve que mejorar mi juego de espaldas. Jugar arriba significa también marcar más. En cada partido esperan que haga un gol o un pase decisivo. Los delanteros sabemos que no vamos a tocar mucho la pelota y que las pocas chances que tengamos hay que aprovecharlas”, dice Griezmann al asumir la soledad en el ataque del Atlético.
Pero eso es parte del modelo del Cholo, en especial contra equipos de mayor presupuesto, como Real Madrid. “Simeone me da gran libertad, la necesito, es primordial. Al final, juego por todos lados". No solo se trata de independencia, sobre todo es confianza.
Los grandes momentos de Griezmann en Atlético tienen el respaldo de Simeone en común. En noviembre, el Calderón silbó al Cholo cuando sacó de la cancha a Carrasco. El cambio cantado era el francés pero Antoine les dio la victoria en el minuto 93. “Griezmann no estaba bien, pero Griezmann tiene gol, por eso se quedó en la cancha", explicó el DT tras el triunfo.
Un mes después, la historia se repitió contra Athletic, el rival ante el que Griezmann se había ganado la titularidad con un doblete de contraataque el año anterior. Esta campaña, tras una hora sin trascender, el francés hizo un golazo para conseguir la victoria y lo fue a festejar abrazando a Simeone. En el entretiempo el Cholo le había dicho que lo iba a dejar en la cancha y que iba a hacer el gol del triunfo. Por algo la consigna del vestuario rojiblanco esta temporada es: “Nunca dejes de creer”.
Este sábado ante Real Madrid, Simeone volverá a pedirle a Griezmann su aporte decisivo al proyecto colectivo. Como ante Barcelona o Bayern, tendrá la doble función de entorpecer la generación del juego rival, el primer pase de Casemiro, y aprovechar, con velocidad y eficacia, las pocas chances que surjan en el contraataque.
Será la primera final de Champions para el francés. “No me voy a poner demasiada presión encima. Voy a disfrutarlo e intentaremos ganar, como lo hacemos siempre”, afirma. Será clave que su amorío con gol, en la mejor temporada goleadora de su carrera, continúe. Marcó 32 goles en 53 partidos. Siete en los doce partidos que jugó Atlético en esta Champions.
Simeone confía en él: "Está mostrando mucha consistencia. Eso habla bien de él. No lo podrían entre los mejores, le diría que no preste atención a esa discusión. Es joven y trabaja duro. Con el tiempo todo llegará, como todo en la vida”. Y Griezmann cree en el modelo del Cholo: “Estoy feliz, es un gran club. Yo soy ambicioso y mi objetivo es ganar títulos con Atlético”. Este sábado es el momento ideal para empezar a hacerlo.