MADRID -- Llegará un momento en que el potencial goleador de los delanteros del Real Madrid no será suficiente. Ni siquiera lo ha sido en el empate 3-3 ante el Legia de Varsovia, que a punto estuvo de ser una pequeña desgracia para los merengues, pues de no rescatar ese valioso punto se habría metido en un problema con dos partidos por disputarse ante el Sporting de Lisboa y el Borussia Dortmund.
A diferencia del resto de favoritos en la competición, el vigente ni siquiera tiene amarrada la clasificación a los octavos de final. Es segundo de su grupo con ocho puntos, dos menos que el líder Borussia Dortmund (ya clasificado) y con cinco sobre el Sporting, su próximo rival.
Lo ocurrido este miércoles, en un estadio casi vacío debido al castigo de la UEFA, del que el Borussia sacó una victoria por 0-6, debe ser motivo de alarma en Valdebebas.
No sólo es el hecho de que el Madrid sumó 10 partidos encajando goles –cinco empates y cinco victorias–. Es la acumulación de problemas, empezando por las decisiones de Zinedine Zidane, pasando por el mal momento de juego de Cristiano Ronaldo.
Alinear a cuatro delanteros
Esa idea fija de no sentar, bajo ninguna circunstancia, a la llamada BBC le está pasando factura a Zinedine Zidane. Cristiano Ronaldo ya no hace ni el esfuerzo de abandonar las inmediaciones del área, se pierde si lo hace en todos los sentidos.
Hace un par de semanas que ni siquiera hace el amago de participar en otra cosa que no sea la finalización; sí, registra asistencias, pero la mayoría por inercia de las jugadas en que alguien más hizo el trabajo pesado. Sigue siendo el que más dispara a gol, pero no sirve de nada cuando la mayoría de sus intentos se van fuera y los que van a puerta realmente no inquietan al arquero rival.
Hoy lo intentó nueve veces y sólo en dos ocasiones tuvo que intervenir Malaraz. No ayuda en defensa. Nada. Como muestra, fue el único titular que no tuvo ni una sola acción defensiva.
Después está Benzema, que aún no llega a su mejor nivel y jugar dos partidos por semana no le está ayudando a mejorar. De los tres, el único que funciona a un nivel aceptable y que realmente resulta determinante en los partidos es Gareth Bale.
Zidane decidió enviar hoy a Morata para completar el ataque. Según explicó en rueda de prensa, “quería jugar con dos delanteros como en pretemporada (cuando no estuvieron ni Benzema, ni Cristiano)”. Y según el técnico “ha salido bien en la primera parte, luego ha sido un poco complicado”.
Pero en realidad es que lo único que provocó fue que el inmenso desequilibrio entre delantera y defensa que ha sido un dolor de cabeza desde que se lesionaron Casemiro y Luka Modric se acentuara.
Después, mandó desde el inicio a Fabio Coentrao, cuando apenas había jugado media hora en Copa después de nueve meses de inactividad. Al portugués, recién recuperado de una lesión, no le alcanzó el físico para completar el partido y cuando se decidió a cambiarlo envió en su lugar a un hombre de ataque, Marco Asensio, lo que provocó que la endeble defensa quedara aún más descubierta.
“Hay que analizar el contenido del partido y los jugadores en general. Debimos estar un poco más juntos (compactos) y no lo hicimos. Les dejamos espacios. Cuando te meten un gol es más difícil luego, pero paciencia. Vamos a olvidarnos de esto”, dijo Zidane tras el encuentro.
Real Madrid tarda en hacer transiciones y si además juega sin “intensidad”, la mesa estaba servida para que en dos zancadas los rivales los pusieran contra las cuerdas. Zidane insiste en que “no preocupa” la cantidad de goles que ha recibido el Real Madrid esta temporada; que el de Varsovia “no ha sido de los peores partidos en defensa”, y que su equipo sea incapaz de dejar la puerta a cero desde septiembre es algo que van a revertir tarde o temprano. Pero entre líneas también deja ver que no le ha gustado nada lo que han hecho sus jugadores esta noche.
“Faltó un poco de todo, intensidad, sí, pero faltó un poco de todo. Sobre todo después del 0-2. Ha sido un partido complicado. Yo soy el responsable de todo eso y bueno... al final no perdimos y eso es bueno para nosotros, pero la sensación es rara”, dijo el técnico en declaraciones a la televisión española.
Es cierto que a Zidane le faltan elementos. Marcelo estaba ausente por un resfriado, Pepe se ha unido a la enfermería y los tocados Casemiro, Luka Modric y Sergio Ramos aún estarán fuera un par de semanas más (como mínimo). Luego está la extraña pubalgia de James Rodríguez, que lo dejó fuera de la convocatoria pese a que había completado el entrenamiento. Pero con tantas bajas y en un partido en que se podía decidir su futuro, el técnico no podía darse el lujo de experimentar.
Se salvó de nuevo (ya van varias) y sigue invicto, pero no tarda en enfrentarse al Atlético de Madrid. Y al Barça. Entonces habrá un problema si no recupera a sus hombres clave y no han desarrollado una mínima idea de juego.