MADRID -- Sergio Ramos no pudo terminar el encuentro de ida de los octavos de final de la Champions League, en que el Real Madrid venció por 3-1 al Napoli, debido a las molestias producidas a consecuencia de un duro golpe en el inicio del encuentro.
Aunque el entrenador Zinedine Zidane afirmó que decidió sacar al jugador con 20 minutos por disputarse por precaución, pues aunado a las “molestias”, el central había visto una amarilla.
Ramos se someterá a pruebas el jueves por la mañana con la esperanza de descartar una lesión mayor.
“Fue un golpe y me hice daño en la cadera y el aductor. Aguanté como pude hasta que creí que el resultado era bueno. A esperar a las pruebas mañana, esperemos que no sea nada muscular", señaló Sergio Ramos tras el encuentro disputado este miércoles en el Santiago Bernabéu.
Minutos antes, Zidane había intentado restarle importancia al asunto explicando que si bien la razón del cambio fue “el golpe”, el jugador “al final tenía la tarjeta amarilla también. Él no quería arriesgar más; es un partido donde han metido mucha intensidad (los rivales), mucho ritmo y además tenía un poco de molestias”.
Aún así, Ramos jugó con dolor durante más de una hora, luego de que al minuto tres chocara con su excompañero José Callejón.
Tras el encuentro, el capitán merengue se dijo “contento” por la victoria, sin embargo, advirtió que la eliminatoria sigue abierta pese al resultado.
“Ni mucho menos se ha conseguido el pase (a cuartos). Nos queda un partido complicado. Conseguimos lo que queríamos, pero nos faltó algún gol más”, dijo.
Además, resaltó la importancia de la reacción del público del Santiago Bernabéu, que esta vez se guardó de recriminar errores a los suyos y despidió con aplausos a James y Benzema, los jugadores más criticados en la última temporada.
“El cariño siempre es mejor que el silbido y la crítica. Es importante que todos estemos enchufados a pesar de no tener los mismos minutos. Isco el otro día; James hoy”, destacó el central andaluz.
En tanto, reconoció que se ‘alegró’ por la derrota del Barcelona por 4-0 ante el PSG en el partido del martes, misma que tomó como advertencia pues “en Champions cualquier equipo (que juega) un mal partido lo paga”.
“No voy a decir que no (le alegró la derrota de los catalanes). No me gusta ver sufrir a mis amigos, pero obviamente no me gusta que gane el Barça”, apuntó.