BARCELONA -- Al cabo de 162 días la Champions League reaparece en el escenario del FC Barcelona. 23 semanas después del desastre de Roma, de la noche más trágica desde que Ernesto Valverde se hizo cargo del equipo azulgrana, comienza una nueva aventura que el barcelonismo quiere que termine allá donde proclamó Messi: en el Wanda Metropolitano y levantando el título.
“Respetamos mucho al PSV”, solventó a modo de aviso el técnico Ernesto Valverde este lunes, dando por descontado que no va a ser un partido simple en este comienzo de competición en el que espera “la ayuda de la afición, porque sabemos lo que nos empujan”.
PROLONGAR LA RACHA
El Barça, que cuenta sus partidos oficiales por victorias, ya consiguió el primer título de la temporada y cabalga con pleno de puntos en la Liga, afronta su primer duelo continental con la confianza de los resultados y la duda del fútbol. Si en Valladolid acabó pidiendo la hora, la primera mitad en Anoeta fue un auténtico desbarajuste que acabó solucionado por la excelencia de Ter Stegen y las miserias de Rulli.
Ganar en el marcador se entiende providencial en el estreno europeo y mejorar las prestaciones del juego se considera un asunto tan secundario para unos como necesario para otros, entendiéndose imposible de evitar la crítica alrededor del equipo azulgrana.
REVANCHA
“Fue una eliminación muy dura”, resolvió en la sala de prensa Coutinho, quien debutará como azulgrana en la Champions y verbalizó las sensaciones que quedaron en el equipo por el desastre de Roma. Entre la ilusión y la presión ganar la Champions se ha convertido en una suerte de obsesión alrededor del Camp Nou, donde pesa tanto el fiasco de los últimos años como los éxitos repetidos del Real Madrid.
Invicto en el Camp Nou desde que fuera aplastado por el Bayern Múnich, en mayo de 2013, el Barça lleva enlazadas 24 victorias y 2 empates como local en la máxima competición, una racha a prolongar en sus ganas de desquite respecto al último curso.
“Ganar la Champions es la ilusión que tenemos nosotros… Y el resto de los equipos que juegan. Seguro que en las salas de prensa del Atlético, Valencia, Madrid, Manchester City, PSG, Juventus… Todos hablan en la misma dirección” advirtió Valverde tratando de restar presión. Pero ésta existe. Absolutamente.
¿ONCE TIPO?
Existe poca discusión a la hora de apostar por el once que ponga en el césped Ernesto Valverde. Busquets y Coutinho, sustitutos en Anoeta, recuperarán su lugar en la alineación y el Barça partirá con el equipo de gala en este inicio de curso, dejando las rotaciones para mejor ocasión.
Acaso la única duda que pudiera existir se sitúa en el lateral derecho, donde la velocidad y capacidad defensiva de Semedo podría darle la oportunidad de mantenerse en el equipo, en detrimento en ese caso de Sergi Roberto.
Coutinho debutará como azulgrana en Champions con la mirada puesta, innegociable, en superar la primera prueba europea, por lo que no se entienden sorpresas de ningún tipo y los fichajes, un partido más, deberán aguardar en el banquillo.
CAUTELA
El PSV es presentado en todos los escenarios como el equipo más débil del grupo. Con una media de edad inferior a los 26 años y estrellas en ciernes entre las que destaca el Chucky Lozano, el campeón holandés es más respetado dentro del vestuario que fuera de él.
Y es a partir de ahí que el cuerpo técnico de Valverde ha preparado con tiento el partido. Van Bommel le ha dado un impulso al equipo que recogió de Cocu, aumentando su carácter ofensivo, la presión en el centro del campo y mostrando una imagen más ambiciosa. “No se gana 0-7 fuera de casa por casualidad”, se ha escuchado en el camerino para avisar de la dificultad del partido.
MARATÓN
En San Sebastián, tras el parón por selecciones, comenzó el Barça un maratón de partidos que se prolongará hasta su visita liguera al Valencia y que tiene entre ellos las dos primeras jornadas de la fase de grupos en la Champions. La importancia de ganar al PSV se entiende trascendental a la vista de que el segundo partido, en Londres y frente al Tottenham, se aventura aún más complicado.