“Dos son compañía, tres son multitud” es un antiguo cliché. Sin embargo, cuando hablamos de fútbol, tres podría ser el número mágico. Revisamos los tríos más potentes del balompié mundial y lo que hace tan brillante a cada uno de ellos.
Liverpool: Reyes de los espacios abiertos
Este fantástico trio prospera dentro de los espacios abiertos, llegando a su punto máximo cuando se le permite espacio suficiente para correr y atacar por detrás de una defensa que se repliega apresuradamente. Cumplen con los ideales de alta presión establecidos por su técnico Jurgen Klopp y están equipados para aprovechar hasta el cambio de posesión más inofensivo.
Lo que hace del grupo conformado por Mohamed Salah, Roberto Firmino y Sadio Mané tan letal es su ritmo devastador y su convicción cuando se encuentran en posesión del balón. Muy raramente entorpecen el camino del otro, haciendo que los oponentes deban extenderse hasta romper su defensiva cuando los del Liverpool hacen uso de toda la cancha. Pueden esgrimirse argumentos para decir que Firmino es el hombre más preciso a la delantera a pesar de carecer de la estatura y fortaleza natural de un gran centro delantero: su juego de contención, su carrera con el balón y distribución crea espacios para que sus socios naturales a la delantera puedan explotarlos.
Salah es un clásico ejemplo de un extremo invertido, corriendo desde la banda derecha con facilidad para así crear oportunidades de disparar. Mané es más un extremo natural, que sabe rozar su banda y logra superar a quien lo marca con ritmo por fuera o destreza con los pies por dentro. Logran prosperar al subir desde el medio campo, logrando neutralizar a los contrarios en la transición y superando las trampas puestas desde afuera para rematar de forma simple.
Durante la pasada campaña, Salah logró hacer el mejor año de su carrera que le mereció una nominación al Balón de Oro, siendo el principal beneficiario de la agresión del Liverpool al recobrar la posesión y subir rápidamente el balón hasta el trio por la delantera, que raramente desperdició una oportunidad para marcar. Habiendo dicho esto, sí cuentan con una debilidad: romper defensivas en masa no es su fuerte. Este trio requiere de espacio suficiente para operar; los equipos que logran profundizar y poblar su defensa hacia la delantera del Liverpool obliga a que otros jugadores sean decisivos desde el mediocampo. Sin embargo, en juego abierto, este trio de atacantes no tiene paralelo.
Manchester City: Asesinos en el área
Se siente prácticamente injusto destacar al trio conformado por Raheem Sterling, Leroy Sané y Sergio “Kun” Agüero, considerando lo brillante que es la totalidad del plantel de Pep Guardiola a la hora de romper las defensivas rivales. Pero la verdad es que estos tres jugadores en particular son los más hábiles a la hora de rematar. Su fortaleza no radica tanto en la creación sino en rematar y convertir.
El progreso experimentado por Raheem Sterling hasta convertirse en uno de los mejores delanteros del mundo ha sido innegable, especialmente bajo la tutela de Guardiola. Cuando cae profundo para armar jugadas o aplica su ritmo para romper una rígida trampa armada desde fuera, su poder se deriva de su velocidad de pensamiento y ejecución. Bien sea jugando el primer pase en un movimiento de ataque o rematando, la comprensión del juego por parte de Sterling es excelente, especialmente cuando se considera que apenas cuenta con 23 años.
El ritmo y poder de Leroy Sané les da a sus rivales un quebradero de cabeza. Si bien ha entrado y salido del once titular durante los últimos 12 meses, su capacidad para crear oportunidades sin importar el escenario lo convierte en algo difícil de manejar. Vean su gol contra el Liverpool en enero de 2018: aislado por la banda izquierda y con poco tiempo para crear un pase largo y resistente, un buen uso del control con su pecho le dio tiempo para ingresar al área, usando su pie izquierdo y rematar desde un ángulo imposiblemente angosto. Recibir el balón desde lejos del arco no es un problema para Sané dadas sus destrezas y condiciones para penetrar el área.
También está el caso de Sergio “Kun” Agüero, uno de los rematadores más puros del balompié y es el signo de puntuación en la mayoría de las jugadas flotantes del Manchester City. Su movimiento constante lo hace prácticamente imposible de marcar y neutralizar; se mueve por toda la delantera para abrir espacio para otros o crear ángulos para sí mismo. Todo ello, combinado con su habilidad de poder ubicarse donde el balón eventualmente terminará, ha ayudado para convertirlo en goleador récord del club y el noveno jugador en la historia de la Premier League en sumar 150 goles. Oh, lo hizo en tiempo récord, en comparación con leyendas de la talla de Wayne Rooney, Alan Shearer y Thierry Henry, igualando la hazaña en 218 partidos.
París Saint-Germain: Campo de estrellas
Si piensan que es injusto que el resto de los equipos de la Ligue 1 tengan que lidiar con Neymar, Kylian Mbappé y Edinson Cavani, pues bien, tienen razón. Es un trio que opaca con su prolifera producción al resto de la liga francesa; pero lo más destacable de ello es la manera en la cual tres hombres que eran indiscutibles mega estrellas en sus clubes anteriores han logrado compenetrarse y trabajar como una sola unidad funcional sin que, aparentemente, sus egos se conviertan en obstáculo.
Considerando el impresionante arranque de temporada del PSG (13 partidos de liga, 13 triunfos), se han producido suficientes goles y asistencias para todos los miembros del once titular, especialmente por parte del trio que nos ocupa. Mbappé cuenta con 11 goles y cuatro asistencias en 9 partidos de liga, Neymar no se encuentra muy atrás, con 10 goles y cinco asistencias mientras que Cavani, el delantero “más tradicional” entre los tres, cuenta con ocho goles en igual cantidad de partidos.
Han tenido dificultades para igualar ese impacto en la Champions en lo que va de temporada; sin embargo, la combinación de destrezas con estilo los hace imposibles de detener cada semana, ante prácticamente cualquier oponente.
Barcelona: Campeones del control
Lo que este diminuto trio carece en estatura, lo compensan con potencia y brillo “libra por libra”. Bien sea en el Camp Nou o como visitantes, en la liga española o en la Champions League, el monstruo de tres cabezas conformado por Lionel Messi, Philippe Coutinho y Luis Suárez tienen una conexión casi telepática que les permite extraer lo mejor de ellos, incluso en las áreas más pobladas por defensas rivales.
Su conjunto de destrezas se hace más evidente en espacios cerrados: cada uno de ellos se desempeña mejor cuando parecen estar rodeados y teóricamente sin opciones. El control cerrado de Messi tiene pocos paralelos en el fútbol moderno; Coutinho está en su mejor faceta cuando se le arrima a una esquina, cuando toca para hacer un rápido disparo o rompe a una defensiva poblada con movimientos que pocos se atreverían a intentar. Finalmente, tenemos a Suárez, cuyo movimiento con el balón es frecuentemente imposible de rastrear.
No han logrado conseguir su potente mejor nivel muy frecuentemente en la actual campaña, pero 2017-18 fue un sumario perfecto de su habilidad telepática, sumando 67 goles y 29 asistencias en el circuito ibérico entre ellos.
Tottenham: El súper grupo
Este no es el triunvirato de atacantes convencional, comparado con los arriba mencionados, pero bien, ¿dónde se encontrarían los Spurs sin la presencia de Dele Alli, Christian Eriksen y Harry Kane? Solamente Kane cuenta con argumentos para ser considerado de forma razonable en el primer nivel de jugadores del futbol mundial. Sin embargo, la belleza de la amenaza triple del Tottenham es que se complementan unos a otros a la perfección. Así es el estilo exigente y trabajador impuesto por Mauricio Pochettino, al punto que estos tres futbolistas saben exactamente qué hacer y dónde conseguir a sus compañeros a la delantera.
La visión y capacidad conductora de Eriksen desde el medio campo queda bien equilibrada por el dinamismo y destrezas de Alli, mientras que Kane aporta el toque rematador o trabaja sin cansancio por toda la cancha para recobrar la posesión del balón o sostenerlo para así hacer que sus compañeros se incorporen al ataque. Es una combinación perfecta. ¿Necesitan mayores evidencias? Revisen las circunstancias en las cuales uno de los tres se ha ausentado. El porcentaje de triunfos de los Spurs en la Premier League con los tres presentes en la cancha desde la primera temporada de Alli (2015-16) es del 64 por ciento; durante el mismo periodo, cuando al menos uno de ellos se encuentra ausente, dicho porcentaje cae al 50 por ciento.
En conclusión: el éxito del Tottenham se debe, en una medida importante, a la presencia de este súper grupo.