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El Barça, contra la maldición de Old Trafford y de los cuartos de final

MANCHESTER -- Once años después de que un obús de Scholes acabase con el último proyecto de Frank Rijkaard, el Barça regresa al Teatro de los Sueños, enfrentado a un Manchester United al que derrotó en sus dos últimos cara a cara para alcanzar la gloria en 2009 y 2011. Y al que nunca fue capaz de derrotar en su estadio. Más aún, que en las dos eliminatorias que enfrentaron a ambos clubes salieron vencedores los diablos rojos.

Para el equipo de Valverde, virtual campeón de Liga y ya finalista de Copa, la visita a Old Trafford significa un examen mayúsculo y la necesidad de dar un paso al frente para acabar con la maldición que arrastra desde que ganase su última Champions en Berlín: a partir de ahí nunca superó unos cuartos de final en los que Atlético, Juventus y Roma consecutivamente le echaron de mala manera de Europa convirtiendo el torneo continental en una auténtica obsesión para el vestuario, el club y todo su entorno, al que tanto las propias caídas como los éxitos del Real Madrid en estos últimos años ha minimizado los propios títulos conquistados, siempre a la sombra del máximo.

El Barcelona acude a Old Trafford sin haber perdido ni un encuentro en Europa esta temporada, recordando el 2-4 en Webley frente al Tottenham en la segunda jornada de la fase de grupos y con una racha de 16 partidos sin conocer la derrota para enfrentar a un Manchester United renacido con el cambio de entrenador y que tras dar el campanazo en París suspira con repetir frente a un rival ante el que, se considera en Manchester, hay más a ganar que a perder. Todo lo contrario que el equipo azulgrana.

CONTROL
Aunque dos derrotas en los tres últimos partidos en la Premier han provocado un freno en las aspiraciones del equipo para colocarse entre los cuatro primeros de la Premier, la entrada de Solskjaer por Mourinho ha supuesto el relanzamiento de un ManUnited que bajo su mando solo perdió uno de los ocho encuentros disputados en casa (frente al PSG) y que espera al Barça con la esperanza de repetir aquellos éxitos del pasado.

Unido, defensivo, fuerte y rápido a la contra. Así se espera el planteamiento de los diablos rojos enfrentados a un Barcelona que, liderado por Messi, buscará marcar su primer gol lejos del Camp Nou en unos cuartos de final de la Champions en los tres últimos años y llamado a controlar el partido para evitar sustos.

A la espera de conocer el papel que pueda reservarle Valverde a Dembélé, se espera la presencia de Arturo Vidal en un centro del campo que el Barça pretende dominar, confiado en, por fin, acabar con su doble maldición en busca de las semifinales de esa ‘Copa tan linda’ como la llamó Messi al comenzar el curso.