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Tottenham sobrevive una vez más para llegar a la final de la Champions

ÁMSTERDAM -- Tottenham sigue siendo el equipo al borde de la gloria tras haber llegado a la final de la Champions League en Madrid luego de completar la segunda remontada dramática del torneo en 24 horas.

Liverpool una noche, Tottenham la siguiente. La Premier League es el obsequio inagotable de la Champions League, y ahora el debate se enfocará en qué equipo fue el autor de la remontada más increíble para llegar a la final del mes próximo en Madrid.

Un triunfo local por 4-0 ante Barcelona para imponerse 4-3 en la serie no es una hazaña fácil de superar, pero los Spurs ciertamente se pusieron a la altura cuando hundieron al valiente conjunto joven de Ajax con tres goles en el segundo tiempo en Ámsterdam el miércoles --los tres convertidos por el brasileño Lucas Moura-- y el último en los segundos finales del tiempo añadido para llevarse un triunfo por 3-2.

Mauricio Pochettino lloraba de la emoción. El DT de los Spurs no podía poner en palabras cómo se sentía haber conducido al club a su primera final de Champions League.

"Es difícil poner en palabras mis emociones", comentó. "Es una de las noches más importantes de mi vida. Gracias, fútbol. Mis jugadores son héroes; este último año le dije a todo el mundo que éste es un grupo de héroes.

"Haber llegado a la final de la Champions League es casi un milagro".

Los jugadores del Ajax de Erik ten Hag también derramaban lágrimas, pero estaban devastados y se tiraron al piso cuando Moura convirtió el gol de la victoria. Las lágrimas fluían en la cancha mientras los asombrados hinchas derramaban cerveza en las gradas --este reporte fue escrito en una laptop rociada dos veces por Heineken-- luego de haber estado a segundos de reservarse un viaje soñado a la capital española.

Pero los Spurs se han hecho la costumbre de quedar al borde del abismo en la Champions League esta temporada, antes de dar vuelta las cosas. Esta campaña, el equipo de Pochettino casi queda eliminado de la Champions League cuatro veces. Contra PSV Eindhoven, Inter de Milán y Barcelona en la fase de grupos estuvieron a minutos de quedar eliminados antes de salvarse por un gol sobre el final en cada encuentro. Y contra Manchester City en el partido de vuelta de los cuartos de final el mes pasado, los Spurs estaban prácticamente eliminados. Pep Guardiola corría por la línea de banda para festejar el gol de Raheem Sterling sobre la hora, hasta que el VAR les tiró un increíble salvavidas a los londinenses al anularlo y promoverlos a las semifinales.

Pero estando 2-0 abajo ante un vibrante e intrépido conjunto de Ajax, y 3-0 abajo en el global, el hat-trick de Moura en el segundo tiempo selló una remontada notable que les dio la victoria por la regla del gol de visitante. ¿Casi eliminados? Así es, pero este equipo nunca se da por vencido, y el club del norte de Londres ahora se medirá ante Liverpool, otro equipo que creerá que tiene su nombre en el trofeo cuando se enfrenten en el Wanda Metropolitano de Madrid el 1ro de junio.

Los Spurs llegaron a la capital holandesa con un gran desafío por delante después de la derrota por 1-0 en el partido de ida en Londres, pero no era algo imposible de lograr. De todas maneras, Pochettino y sus hombres fueron grandes testigos de todo el dramatismo del partido en Anfield, y el defensor, Danny Rose, admitió que la victoria de Liverpool les sirvió de mucha inspiración.

"Vimos a Liverpool anoche y eso demuestra que nada está definido hasta que finalmente se acaba", dijo Rose. "Y [Pochettino] habló de la actuación de Liverpool en el hotel antes del partido".

Pero las palabras de Pochettino no parecieron ser registradas en un comienzo, mientras que los Spurs arrancaron de manera horrenda, cayendo por 2-0 dentro de los 36 minutos que siguieron al cabezazo de Matthijs de Ligt en el cuarto minuto y el gol de Hakim Ziyech.

Los Spurs entonces tenían que convertir tres para dar vuelta las cosas, y sabían que no podían recurrir a su astro goleador, Harry Kane, que estaba observando toda la acción desde afuera con una lesión en el tobillo. Pero Pochettino hizo entrar a Fernando Llorente en lugar del mediocampista, Víctor Wanyama, y el español cambió la historia del partido, con su presencia física perturbando a De Ligt y Daley Blind.

Los Spurs también tenían a Dele Alli, quien estuvo a la altura de las circunstancias después de una temporada decepcionante para encender a los Spurs. El mediocampista inglés tuvo un rol clave en el primer gol de Moura, en el minuto 55, que le dio esperanzas a Tottenham. Cuatro minutos después, la esperanza se convirtió en fe cuando Moura volvió a marcar, anotando después de una gran jugada con amagues en medio del caos en el área con un tiro de izquierda que terminó en el ángulo de la red.

Ajax, que impresionó en sus victorias ante Real Madrid y Juventus para llegar a estas instancias, ahora se ve exactamente como el equipo que es: un equipo joven al que le faltó inteligencia y experiencia en el nivel más alto. Tomaron demasiados riesgos para avanzar y jugaron demasiado fútbol en el fondo. Fue fútbol puro, del estilo de Ajax, pero esta era una semifinal de la Champions League, no era el momento o el lugar para los novatos.

De todas maneras, los Spurs vieron cómo algunas chances se les escaparon y tuvieron dificultades para sacar ventaja. Todos pensaron en el daño que Liverpool le hubiese podido hacer a este equipo de Ajax, y no hubiese sido nada lindo para el escuadrón holandés – se hubiesen visto desbaratados por una máquina de ataque implacable.

Los Spurs no están precisamente en ese mismo nivel de agresividad, y su récord en semifinales bajo el mando de Pochettino – tres derrotas en cuatro anteriores a este enfrentamiento – puso en relieve sus debilidades. Y su incapacidad de liquidar a Ajax casi los lleva a su caída, con Ziyech pegando en el palo en el minuto 79. Cuando Jan Vertonghen pegó al travesaño en el minute 87, sin dudas fue una señal de que el juego de Tottenham había llegado a su fin.

Pero siguieron presionando, y Ajax fue tontamente por otro gol en vez de apuntar a terminar el juego, y pareció inevitable que el escuadrón de Pochettino consiguiera una última chance. Y así fue, en tiempo de descuento, cuando Moura enlazó un pase de Alli antes de anotar desde las 18 yardas.

Qué noche, qué semana. Y cuando los Spurs enfrenten a Liverpool en la final del primero de junio, sin dudas nos esperarán más momentos de locura.