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Mourinho y las cámaras

Mourinho hecho para las cámaras, sin aparente censura. Las cámaras no lo incomodan. Lo hace bien, en una brillante actuación de naturalidad

“All or nothing” se llama, “Todo o nada” en español. Las series documentales sobre equipos deportivos que se han convertido en una de las ofertas más novedosas del contenido on-demand de las plataformas digitales. La versión más reciente es del Tottenham Hotspur.

Un seguimiento cercano a su temporada 2019-20, la transición entre la salida de Mauricio Pochettino y la llegada de José Mourinho. No es un promocional para la serie, pero no creo conocer tan amplio acceso al vestuario de un equipo de fútbol europeo como el que ha conseguido Amazon con los Spurs. No sé si muestran todo, pero parece que no se han guardado nada.

Quien crea en conspiraciones podría pensar que la salida de Pochettino tuvo que ver con sus reservas a ser seguido por las cámaras de la serie durante toda una temporada, que con sus resultados en la cancha. “No es fácil, no es fácil”, decía Pochettino apenas un mes antes de su salida del club.

“Es difícil tener una cámara en tu oficina y manejar la situación. Contar con la capacidad para decir ‘OK, no estoy de humor’, pero la cámara seguirá ahí. Es complicado” señaló entonces el entrenador argentino a la prensa inglesa.

Pochettino ganó apenas dos de sus últimos ocho partidos y le echaron tras cinco temporadas en el Tottenham, cuatro de ellas entre los mejores cuatro de la Premier League y en la última campaña llegó a la final de la Champions League.

El documental muestra el momento en el que Harry Kane, desayunando con sus compañeros, comparte con ellos detalles de la charla que tuvo con el entrenador justo después de su despido. Que a Pochettino apenas le pidieron que empacara sus cosas y se fuera. Las cajas con esas cosas de Pochettino, se ven en el documental, llevadas por personal del club desde la que había sido su oficina.

Se ve el arribo de Mourinho al día siguiente. Al portugués le siguen con las cámaras por cada pasillo. La pantalla gigante del comedor de jugadores pasa imágenes de la carrera de 'Mou'. Parece un personaje hecho para este tipo de producciones. Uno de los técnicos más importantes del fútbol en su total dimensión, al descubierto. Pisando esa fina línea que divide a la naturalidad con la picardía de quien se sabe perseguido por la cámara.

Podrá Mourinho no actuar todo el tiempo, pero si convivir con la realidad que le hace vivir con cámaras en su oficina. Vivir con moscas en la pared. Mourinho maneja con soltura una situación complicada: la invasión de cámaras.

Se entrega sin resguardo. Las cámaras lo muestran entrando por primera vez a su nueva oficina y sacando de un par de cajas de mudanza sus archivos, fotos, posters y recuerdos de su carrera. Fotografías de sus anteriores equipos, un adorno de un partido de Champions con el Inter en Moscú, una foto de su papá Felix. En el fondo, la televisión con las noticias deportivas que cubren su llegada. Voces de analistas que cuestionan su llegada y la capacidad de Mourinho para sacar adelante al Tottenham. Fastidiado por lo que escucha, Mou toma el control remoto, apaga la tele y al compás de un molesto “fu... off” se va a su primer entrenamiento.

Daniel Levy no solo contrató a un entrenador. El dueño del Tottenham sabe que también llegaba el constructor de la trastienda en televisión mas fascinante hasta hoy. Mourinho, como él mismo le dice a Kane en una charla entre ellos en la oficina del técnico, es “universal”. Mou le dice a Kane que él lo puede llevar a ser “un jugador universal”. A Dele Alli le dice que no tiene dudas sobre su potencial, al mismo tiempo le dice que es un “holgazán”, que esa es la diferencia entre los jugadores grandes y los que aspiran a serlo.

Mourinho hecho para las cámaras, sin aparente censura. Las cámaras no lo incomodan. Quizás no sea fácil convivir con ellas. Mourinho lo hace bien, en una brillante actuación de naturalidad.