Millonarios suma cuatro puntos de doce posibles, salió de los ocho y le falta fútbol. Su técnico Alberto Gamero confía en que puede revertirlo, pero el descontento crece.
Durante un año y medio se estableció como un equipo de autor. Incansable para presionar arriba, voraz para recuperar, de pase largo de los centrales a sus atacantes y demoledor en el área. Validó ese dominio del juego con el primer título del ciclo Gamero, el de Copa Colombia ante Junior a finales de 2022.
Fue uno de los últimos momentos de coincidencia en fútbol y gloria. La consolidación de un estilo admirado, valorado y celebrado.
Millonarios ganó dos títulos locales más sin ese perfil de confiabilidad. Perdió esa identidad en la estrella 16 de liga ante Nacional y la Superliga ante Junior. Se sostuvo en carácter. Fue insuficiente. Empezó a desmoronarse en la Conmebol Libertadores.
Colero continental
La Copa expuso las costuras del equipo. Nómina corta para dos competencias, fallas defensivas y poca definición. Nivel irreconocible por la memoria del proceso. Cerró colero su fase de grupos con tres puntos, sin victorias ante Bolívar, Palestino y Flamengo.
Hubo reproches para los jugadores, además de tímidos silbidos para el entrenador. Nadie quedó a salvo.
Eliminado en cuadrangulares
En las semifinales del FPC tampoco se reivindicó. Quedó afuera una fecha antes al empatar 2-2 de visitante con Pereira. Los reclamos subieron de tono porque no se corrigieron errores: debilidad atrás, pasividad en la mitad y floja puntería.
Dos golpes duros en el semestre.
Refuerzo top y solo una victoria
Trajo a Falcao y renovó la credibilidad entre los hinchas. Vendió todos sus abonos, aunque se aferró a los disgustos. Ganó uno de cuatro partidos. 1-0 con lo justo al campeón Bucaramanga. Empató con DIM, cayó con Nacional en El Campín y perdió con el colero Alianza de visitante.
El de Valledupar fue una de sus peores presentaciones con Gamero desde su asunción en 2020. Lo coparon las bandas, el mediocampo y cometió otro penal infantil.
"Estamos intentando que el equipo juegue mejor, que no pierda tantos balones, si nos damos cuenta la jugada del primer gol es una pérdida de balón nuestra, estamos intentando que el equipo cree más opciones de gol", explicó el DT.
¿Qué sigue?
El descontento es total. Ya alcanzo a Gamero, que resiste. "Hoy siento más deseo de seguir en Millonarios”, indicó. Sin embargo, la situación es adversa. Trae dos derrotas seguidas, está en el puesto 11 y queda la sensación de poder hacer más con el plantel que tiene.
Otro resbalón ante Deportes Tolima, el viernes en Bogotá pondría en riesgo el proceso más largo del fútbol colombiano.