<
>

Historia de un joven futbolista colombiano abandonado a su suerte

Joan Nikolás empezó jugando en la reserva de Patriotas, el equipo colombiano de Tunja ESPN.com

BUENOS AIRES - Entrenamiento del Quilmes Atlético Club, equipo de la primera división del fútbol argentino. Es viernes. Feriado. Víspera del Día de la Independencia, cumpleaños número doscientos de la República Argentina. El equipo de prensa del cuadro cervecero y algunos periodistas partidarios siguen de cerca en otra jornada de pretemporada la evolución del plantel dirigido por Marcelo Broggi.

Uno de los miembros del staff de Quilmes que trabaja junto al cuerpo técnico, se acerca, señala con la mirada a un pibe que observa cada movimiento del grupo de jugadores, y me cuenta detalles de una historia conmovedora. La de Joan Nikolás Mayorga Muñoz (25 de mayo de 1998, Bogotá, Colombia). Joven ‘rolo’ (así se describe Mayorga debido a su origen) nacido en el barrio bogoteño de San Francisco. El chico ha sido abandonado a su suerte por un supuesto representante que tomó contacto con él tras el Torneo del Olaya, endulzó sus oídos prometiéndole lugar en alguno de dos clubes –Independiente o Quilmes- de Argentina, y le dejó solo y compuesto a miles y miles de kilómetros de su casa.

“Yo jugaba en los reservas de Patriotas, equipo de la primera división del fútbol de Colombia. La gente conoce mucho a Millonarios, pero quizá no tanto al equipo en el que crecí. Todo empezó cuando terminé de jugar el Torneo del Olaya en Bogotá. Cuando salía del estadio un representante me preguntó si me interesaba venir a jugar a Argentina en Quilmes o Independiente, y le dije que sí. Charlamos, le conté a mi familia sobre este ofrecimiento, y nos pusimos de acuerdo. Pagó mi viaje, pero luego nadie me recibió acá. Pasó el tiempo, 4, 5 días, una semana… y no se concretó nada. No pasó nada. Y nadie me recibió ni se comunicó conmigo. Yo intenté tomar contacto con él, pero ya había dado de baja su número de celular y me quedé varado, sin saber qué hacer. Así que me quedé solo y ahora, solo, estoy intentando lograr una oportunidad para poder fichar”, narra Joan Nikolás Mayorga.

Mantiene el fuego de la ilusión en su mirada, y cuando me cuenta que sobrevive de la caridad, le digo que debe tratar de alimentarse bien y le obsequio dos facturas (bollos de panadería; uno de dulce de leche y el otro de membrillo) de las que da cuenta en menos de cinco minutos. Asegura que la semana que viene se juega el futuro, ya que deberá pasar una prueba decisiva en Quilmes.

Había que preguntarle cuál es el nombre del representante que dice le ofreció venir a Buenos Aires y convenció tanto a su familia como a él de que al final del trayecto había un destino seguro.

“Se llama Helman Acevedo. No es alguien conocido. Él me pago el viaje, pero se desentendió de todo. Ahora sólo pienso en probarme en el equipo reserva de Quilmes y buscar la oportunidad de llegar a la primera división”, afirma Joan Nikolás. Dice no haber firmado documento alguno, aunque es extraño que alguien que pagó un viaje, no se haya hecho presente. Mayorga se describe a sí mismo como “lateral derecho. Soy un jugador con garra que procura siempre dar salida al equipo, pero lo principal es defender. Mis referentes en el puesto, jugadores que me gusta mirar para aprender siempre son Juan Camilo Zúñiga, Pablo Armero, Santiago Arias y Patrice Evra”.

Indica Mayorga que “estuve hablando con el profesor Marcelo (Broggi, quien se hizo cargo del plantel de Quilmes hace algo menos de un mes como consecuencia de la severa crisis económica que ahoga a la entidad) quien me contactó con el profe ‘Colo’ (Leonardo Lemos, coordinador de las inferiores del club cervecero) y ahora iré al equipo de reservas a probarme esta semana”.

Sobrevivir en Buenos Aires no viene siendo nada sencillo para este crédito de San Francisco, Bogotá. “Me quedé con un amigo en un cuarto y hay una señora colombiana cerca que me está brindando comida. Mi amigo juega al fútbol y hubo un tiempo en que tuve la oportunidad de jugar con él en Colombia. Acá nos reencontramos. Él también es de bogota. Estuvo entrenando en Independiente, pero ahora lo hace solo con un Profesor a la espera de solucionar el cupo de extranjero. Él tuvo suerte porque se están ocupando de él. Tiene 17 años y es menor de edad”, cuenta Mayorga.

“Mis padres son operarios, y en Bogotá mi abuela y mis primos viven en la misma casa con ellos. A mi familia le he dicho que estoy alimentándome bien y que estoy bien para que no se preocupen”, agrega.

Joan Nikolás se emociona cuando recuerda la última noche en compañía de los suyos. “Hicimos una reunión antes de venir, para juntar dinero con el objetivo de poder sobrevivir aquí mientras me acomodaba. Ellos esperan una respuesta mía, pero no les he dicho que me dejaron tirado, ni lo complicado que se me hace manejarme en Buenos Aires”, puntualiza.

Al preguntarle a este promisorio lateral de 1,66 metros y 60 kilos cómo empezó en el fútbol, recuerda que “mi padre me llevo a jugar cuando tenía 4 años, y empecé en los infantiles de Santa Fe contra niños de 6 y 7 años”. Y añade “lo único que me da temor es la incertidumbre, pero con la ayuda de Dios sé que todo va a salir bien. Uno siempre debe luchar por hacer realidad sus sueños.”