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Argentina campeón de la Copa América 2021, un grito para toda la vida

"¿Qué argentino no quería que Messi levante un título? Si no pensabas eso, no sos argentino".

La frase del Dibu Martínez debería ser bandera, tatuaje o incluso mural en cualquier rincón del país. Lo cierto es que no fueron pocos los que llegaron a decir que Lionel era "el problema" de la Selección.

En una Argentina marcada por las dicotomías permanentes, las comparaciones con Diego Armando Maradona buscaron minimizarlo. No se le valoró su presencia ininterrumpida en la elite desde que llegó a Primera. Después de las finales perdidas, intentaron mostrarlo como un fracasado.

Hasta que llegó el día tan esperado: el 10 de julio de 2021, la consagración de la Copa América le puso fin a la racha de 28 años sin títulos para la Albiceleste y el fútbol por fin pudo saldar la deuda con uno de sus máximos exponentes.

No era una deficinión más. Era nada menos que ante Brasil y en el Maracaná, con todo lo que eso significa. Un partido lleno de nervios, de tensión. De hecho, el árbitro uruguayo Esteban Ostojich tuvo que advertir a Lionel Scaloni a los 60 segundos de juego.

Arrancó con muchas interrupciones por faltas. Neymar ya tenía el short roto a los 13 y unos minutos después, tanto la estrella brasileña como Messi terminaron en el piso simultáneamente.

Ángel Di María no tuvo éxito en dos oportunidades cuando quiso desequilibrar por derecha. Pero a las 21 minutos llegó el quiebre: pase deluxe de Rodrigo De Paul desde su campo, Renan Lodi falló en el cierre, Fideo le ganó la espalda, controló el balón de zurda y definió con la especialidad de la casa, por encima del arquero Ederson para el 1-0. La cara de Casemiro fue más que elocuente.

En un encuentro en el que no se dieron las condiciones para ser protagonista, Argentina sacó diferencia con un juego directo. Salida prolija desde el fondo pese a la presión rival, Paredes y De Paul brillantes en la recuperación y distribución, un Lautaro Martínez siempre solidario a la hora de luchar y un Messi peligroso si le dan espacios, como a los 32 cuando sacó un zurdazo apenas ancho.

Ya en el complemento, pasó el susto en un gol anulado por offside y Dibu Martínez demostró por qué llegó al arco de la Selección para quedarse al sacarle un violento derechazo a Richarlison. Llegaron los cambios y se mantuvieron los roces y las amarillas.

El tiempo pasaba y el nerviosismo se apoderaba del dueño de casa. Argentina apostaba a alguna contra salvadora y Scaloni corría a la par de Di María sobre la raya. A cada minuto se acrecentaba la gran figura de la final: Rodrigo De Paul. Fue el propio ex-Racing el que dejó mano a mano a Messi, con un sutil pase entre líneas. La Pulga intentó pisarla frente a Ederson y no pudo concretar.

Un minuto antes, otra vez respondió Dibu con una volada espectacular para ahogarle el grito al ingresado Gabigol. Delante suyo, 10 leones dejaban la vida por alejar la pelota del área. Cuti Romero, que llegó tocado a la final, duró 80 minutos y tuvo que ser asistido para llegar hasta el banco al ser reemplazado. El tobillo sangrando de Montiel es otro símbolo de la entrega de los jugadores.

Ostojich marcó cinco minutos. En los últimos instantes, Messi le hizo marca personal y casi sin aire le dijo al juez: "Ya está". Agotado, el 10 perdió la pelota y se tiró al piso para recuperarla. En ese preciso momento llegó el pitazo final.

Todos fueron a abrazarlo a él. "Que de la mano de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar...", se cantó mientras lo levantaban en andas. Scaloni consoló a un abatido Neymar y luego se encontró con su capitán, que lo alzó en el festejo. Toda una señal del aporte de un técnico muy cuestionado por su nula experiencia, que logró encabezar la renovación que concluyó con el tan ansiado título.

Celebración alocada del Kun Agüero, quien no tuvo minutos en la final. Desahogo y reivindicación para Angelito Di María, después de tantas frustraciones y feroces críticas. Revancha también para Nico Otamendi, otro de los históricos. Una fiesta para los 3000 hinchas que tuvieron la suerte de decir presente en el contexto de la pandemia de coronavirus.

El 1-0 del Maracaná le dijo adiós a los fantasmas. Para los Sub 30, la primera chance de sentirse campeones. A nivel futbolístico, la coronación generó que la Selección se liberara de las presiones y crezca en su rendimiento. Llegó la consolidación de La Scaloneta.

Una recompensa merecida para los que tenían la espina clavada. Un grito para toda la vida.