Dolor, bronca, impotencia. Sin dudas, esa fue la imagen de Diego Martínez, el técnico de Boca Juniors, en conferencia de prensa, tras el empate 1-1 de local con Fortaleza en la quinta fecha del Grupo D de la CONMEBOL Sudamericana 2024. Su equipo mereció quedarse con la victoria, pero se lo igualó sobre el final el rival brasileño, líder de la zona, y ahora el Xeneize ya no depende de sí mismo en la última jornada.
Boca parecía aprovechar la inmejorable chance para arrebatarle la cima en La Bombonera, con sus hinchas, pero se le escapó en el minuto 90. Kevin Zenón, en duda hasta el final por una sobrecarga muscular, fue titular porque es clave para Martínez. Ahora el equipo sigue escolta en la Copa. Debe vencer en dos semanas en casa a Nacional Potosí en la sexta y última jornada del Grupo D y esperar que pierda Fortaleza, en Brasil, ante el eliminado Trinidense de Paraguay.
"Destaco el orgullo de estos muchachos y estoy con bronca por haber perdido dos puntos. Tengo sensaciones feas. Yo soy el gran responsable, por haber perdido estos dos puntos en casa. Hacíamos el partido soñado, jugando muy bien, pero fallamos en el final. No supe darles herramientas para poder cerrar el partido", enfatizó Martínez ante los medios.
"Ahora debemos recuperarnos en casa, en los cuatro partidos que quedan, a sumar en el Torneo de la Liga y tratar, si no podemos terminar primeros, buscar ganar para al menos ser segundos y definir después en un mano a mano en la Sudamericana", agregó.
"Ellos me representan. No estábamos mal estructuralmente en la última jugada, pero debí hacer algo más yo en esa jugada. La gente les devolvió por lo que dieron, los despdieron muy bien", valoró el DT.
"Hoy siento un mazazo muy fuerte, la victoria nos iba a permitir poder terminar arriba en el grupo, pero ya no dependemos de nosotros... Nunca puedo elegir perder puntos, pero si hay una manera, es esta", dijo.
"No sufrimos en el juego, pero el fútbol tiene estas cosas. Nos faltó ser más finos en las definiciones. Esperemos tener más victorias que derrotas, porque para mí este empate es como una derrota. Hoy no pasó como ante Estudiantes, nos defendimos bien con la pelota. Apenas llegaron en un par, pero se nos complicó con esa jugada del final. Me da mucha bronca, la verdad", remarcó Martínez.
A su lado, Sergio Romero también fue muy claro: "Fue un partido casi perfecto. Si agarré una pelota en el primer tiempo, fue mucho. Nos quedamos con un sabor amargo. Diego dice de la responsabilidad en la última jugada por su voz de mando, pero acá somos varios grandes y debimos hacer hablado para cuidarnos mejor atrás en la jugada del gol. Teníamos que cuidarnos bien y evitar ese empate".
Sin dudas, la sensación de dolor y casi derrota fue muy evidente. Aún más, porque Boca mereció ganar con autoridad en casa.