Analizamos cómo llega el Real Madrid a la final de la Supercopa de España, en la que enfrentará de nuevo al Barcelona.
MADRID -- El Real Madrid afronta la final de la Supercopa de España contra el Barcelona con mucho que perder. El papel de favorito por parte de todos hace que la presión existente, la misma que históricamente se autoimpone la misma entidad, sea uno de los objetivos prioritarios a manejar por Carlo Ancelotti.
Fuentes deslizan a ESPN que el partido contra el Atlético de Madrid no dejó buen poso en el cuerpo técnico. El encuentro dejó de manifiesto varias cosas. Empezando por la portería, donde Kepa Arrizabalaga tuvo una mala noche, las dudas son importantes.
Ancelotti, que nunca ha creído en Andriy Lunin, se ha visto obligado a rotar a ambos porteros para aumentas la competitividad de los mismos. Sin embargo, ahora mismo parece que el ucraniano tiene una ligera ventaja sobre el ex jugador del Chelsea, lo cual no confirma que pueda ser la apuesta final en la segunda vuelta.
En defensa destacaron Antonio Rüdiger, que se ha destapado como el mejor central de la temporada, y un Dani Carvajal excelso que está firmando el mejor inicio de temporada que se le recuerda. Ambos repetirán en el once inicial demostrando que la confianza desde el cuerpo técnico cuando peor estaban ambos no fue casualidad.
Sin embargo, el resto de la defensa sigue sin convencer. En la semifinal contra el Atlético de Madrid hubo muchos desajustes defensivos, llegando incluso a la falta de concentración como se pudo comprobar en el gol de Mario Hermoso. El central colchonero remató sin oposición ninguna en el interior del área y la pasividad de los suyos enfadó al técnico italiano.
A la hora de defender, Ancelotti nunca señala exclusivamente a la defensa, ya que las ayudas desde el resto de líneas son importantes. Y el miércoles no hubo un cuorum colectivo en ese aspecto. Por eso en las últimas sesiones de entrenamiento Carletto, a pesar de no darle tanta importancia pública, ha incidido en que el equipo tiene que ponerse las pilas defensivamente. Y es que muchas voces del vestuario dicen lo mismo: “Porque el Atleti también estuvo mal atrás, que si no...”.
Y más cuando el cuadro blanco tiene a dos de sus titulares lesionados de larga duración. Las bajas de Éder Militão y David Alaba han sido claves y el Real Madrid las está sufriendo en tramos importantes de cada partido.
En el centro del campo hay buen feeling por la vuelta de Aurélien Tchouaméni con el que el Madrid no pierde cuando es titular. En estos momentos, y tras un primer año de adaptación, el ex del AS Mónaco es un pilar importante para el engranaje del bloque bajo. Además, los apoyos quehaceres al resto de centrocampistas es vital para que puedan liberarse en ataque.
Lo que más preocupa de cara al partido frente al FC Barcelona son los dos hombres que están llamados a ser diferenciales. El partido de Jude Bellingham y Vinícius Júnior contra el Atlético de Madrid fue discreto en el primer caso, y malo en el segundo. Aunque hay que diferenciar uno y otro. El caso del inglés, después del año que lleva siendo la referencia goleadora, se achaca al exceso de minutos y a un mal día. En cuanto a Vinícius, se entiende como normal, ya que acusa la inactividad y la falta de ritmo tras su lesión. Sin embargo, son jugadores que saben de su importancia en el equipo de cara a la faceta atacante y saben que contra el Barcelona habrá seguimiento exhaustivo.
A pesar de los fallos contra el Atleti, Ancelotti buscará un bloque continuista con el objetivo de hacer buenos los pronósticos que dan a su equipo como favorito. El italiano sabe como nadie que, aun así, a un partido el FC Barcelona puede hacer mucho daño al Real Madrid, por lo que la consigna es mantener la concentración al máximo para conseguir el primer título de 2024.