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Cartas desde Barcelona: Xavi, la condena inevitable

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"Es una victoria que nos acerca al objetivo": Xavi (0:35)

El entrenador del Barcelona dijo que a su equipo le faltó contundencia en el triunfo ante Almería. (0:35)

La salida de Xavi parece inevitable tras las informaciones que aseguran que Laporta no recibió con agrado sus declaraciones previas al juego ante Almería.


BARCELONA -- Es una condena inevitable. Y que acabará por producirse. ¿Cuándo? Esa es la cuestión a conocer. Es muy posible, mucho, que Xavi no sea el entrenador del Barcelona al comenza la próxima temporada pero aunque lo sea, sabe (él, su núcleo más cercano y todo el barcelonismo) que cualquier tropezón lo dejará al borde de un despido que se sospecha llegará, o llegaría, antes de Navidad.

Explota ahora, aprovechando una rueda de prensa, curiosamente en una semana en que la directiva del Barcelona está en la diana por un préstamo recibido de una empresa colaboradora (ISL) que se sospecha injustificada desde un punto de vista legal. Es aventurado relacionar una cosa con la otra... Pero es inevitable hacerlo.

Xavi renovó en septiembre, estuvo contra las cuerdas en diciembre, anunció su renuncia (en diferido) en enero, proclamó su continuidad en abril... Y está al borde del despido en mayo.

Su sucesor en el banquillo del Barça será, o sería, Rafa Márquez. O Hansi Flick. O el entrenador que se saque de la chistera Deco, el director deportivo que en los últimos meses se ha mantenido tan sereno como frío con el técnico catalán, atropellado al final por su propio discurso.

El 27 de enero, tras la debacle ante el Villarreal, Xavi sospechó que Laporta tenía la intención de despedirlo y reaccionó en la sala de prensa, anunciando su decisión de abandonar el club al acabar el curso.

Durante cerca de tres meses, de forma continuada, Xavi mantuvo que nada había cambiado y mantenía su decisión, argumentando que era lo mejor para el equipo (los resultados, más que el juego, acompañaban)... Hasta que el 24 de abril, en una jornada kafkiana, acordó con Laporta (o le convenció) su continuidad. Un día después hubo una rueda de prensa conjunta en la que se trasladó un ficticio estado de felicidad por la permanencia del técnico. Y hasta el 15 de mayo.

Era todo tan ficticio que la explosión provocada por la rueda de prensa del entrenador en la previa del partido en Almería sorprendió hasta un cierto punto.

"Cuando tienes el enemigo dentro no puedes fiarte de nada porque en dos días todo cambia”, explicó a ESPN una fuente cercana al propio Xavi, a quien le quedó una sensación de debilidad a pesar de convencer al presidente. Y la sospecha generalizada de que cualquier tropezón el próximo curso dejaría otra vez al entrenador al borde del despido.

Laporta, que ya abandonó el estadio de Montilivi furioso tras presenciar incrédulo la remontada sufrida ante el Girona, mantuvo el silencio y las formas, aconsejado por sus colaboradores más cercanos y de mayor confianza, pero esta semana todo saltó por los aires.

El presidente y toda su junta directiva quedaron el miércoles señalados por una información del diario El Periódico en que refería que la compañía ISL ingresó 350 mil euros en una cuenta a nombre de todos los directivos utilizada para pagar los gastos del aval... Una actuación poco convincente... Y que pasó a sospechosa cuando el club le otorgó la organización de dos partidos amistosos a la misma empresa.

Dichos movimientos dejaban en muy mala posición a la directiva en pleno... Y nada mejor para apartar del escenario lo que se intuía ya un escándalo, con Víctor Font no desmintiendo la posibilidad de presentar una moción de censura y exigiendo explicaciones públicas, que aprovechar la debilitada figura del entrenador, con sus declaraciones y dejarlo al pie de los caballos.

A Laporta le enfureció, más que disgustó, el bajo perfil presentado por Xavi en la previa del partido en Almería y más cuando hace menos de un mes se le presentó, y convenció, con una resolución que llegó a sorprenderle y emocionarle. A pesar de que el técnico apenas mantenía el apoyo indiscutible de Rafa Yuste entre los miembros de la comisión deportiva, el presidente prefirió mantenerle porque, de hecho, era el mejor escudo que podía tener ante la opinión pública.

Y este es el escudo que se entiende ha utilizado ahora. La condena de Xavi se sabía inevitable desde hace meses y solo faltaba encontrar, o tropezarse, con el momento adecuado...