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Real Madrid, con coraje, cobra venganza ante Barça

MADRID -- Los hombres de Zidane se enfundaron en la camiseta del Real Madrid para cobrar venganza.

Sin miedo al rival al que media España hacía con medio título de Liga en la bolsa y no caía desde octubre, el cuadro merengue impuso su ley a base de coraje y de jugar sus mejores 15 minutos del año.

Con el 1-2 del Clásico, Real Madrid vio una luz de esperanza de poder salvar una temporada que comenzó a irse a pique precisamente en el Clásico de la primera vuelta, aquel partido en el que Barcelona ganó por una goleada de 4-0.

Pero la victoria, por convincente que sea, no los hace –aún– contendientes al título. El Madrid llegó al Camp Nou con una desventaja de 10 puntos con respecto a la cima y logró recortarla a siete. Pero aún así, permanece como el tercero en discordia.

Y Zidane, aunque “orgulloso” de los jugadores que le dieron la victoria en su estreno en un Clásico del futbol español, no pierde de vista ese pequeño detalle: aún tienen al Atlético por delante y parten en desventaja desde que no lograron vencer en ninguno de los dos derbis capitalinos.

“Debemos ir paso a paso. Primero tenemos que pasar (en la tabla) al Atlético”, recordó Zidane, que hace cuentas y se percata de que no le queda mucho tiempo para ello.

El Atlético, que dos horas antes había goleado por 5-1 al Betis, aún está un punto por delante. Igual que como estaban en noviembre. Y aún dejando atrás a los rojiblancos, son siete puntos que Barcelona difícilmente dejará tirados en las siete jornadas que restan.

El conjunto merengue no puede darse el lujo de creer en milagros. En la ‘mística’ del dato histórico, que indica que hace casi 80 años que Barcelona no gana una Liga después de perder el clásico como local.

Madrid, como antes del encuentro, tiene sus esperanzas fijas en la Champions League. La gran diferencia, el “punto de inflexión” que puede marcar la victoria de este sábado en el Camp Nou, va más orientado a un estado anímico y de confianza que en un cambio en la ruta trazada por el técnico francés desde que perdió los tres puntos en el partido contra el Atlético.

Sobre todo, fortalece la figura del técnico, que si ya tenía al madridismo entero comiendo de la palma de su mano, se ha asegurado terminar la temporada en santa paz (a menos que pase lo imprevisto en Alemania).

Zidane lo entiende a la perfección. Remarcó que “es muy importante para el estado anímico en lo que queda de la temporada; para nuestro espíritu y sobre todo en los días antes de jugar en Champions League en Alemania”.

Con la victoria ganó un crédito inmenso el entrenador francés, a quien no pocos detractores veían poco preparado para un partido de grandes magnitudes. Zidane, se cuidó de cometer el “error” de enviar una alineación política y confió en los hombres que le han sacado de apuros en los últimos partidos.

Destaca que Danilo, Isco y James no disputaron un sólo minuto y que nadie les extrañó. Más cuando Zidane había prometido juego al colombiano después de sus airadas quejas por el poco tiempo de vuelo.

En su lugar, Carvajal salió en un costado, al ser un defensa mucho más seguro que el brasileño, y Casemiro acompañando a Luka Modric y Toni Kroos en la media, lo que dio más equilibrio, si bien Messi le hizo ver su suerte, lo que confirma que Madrid necesita desesperadamente un medio de contención de nivel y no una colección de creativos.

Zidane, además, tuvo el detalle de sacar a los canteranos Jesé y Lucas Vázquez para la segunda parte. Y los cambios le funcionaron. La entrada del canario le dio más espacio a Cristiano –que hizo la diferencia– y Vázquez refrescó.