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Messi presenta rotura muscular y será baja tres semanas

El astro argentino no pudo seguir ya abandonó el juego ante el Atlético. Getty Images

BARCELONA -- Leo Messi estará de baja durante tres semanas. Una rotura muscular del aductor derecho acabó con la resistencia del argentino a la hora de partido frente al Atlético de Madrid.

La Pulga no jugará el sábado en Gijón, no visitará al Borussia Mönchengladbach ni al Celta y, ausente con la selección argentina en el próximo parón de la Liga, podría, con suerte, reaparecer el 15 de octubre en el Camp Nou ante el Deportivo.

Aunque quizá, por precaución se quede fuera también de ese partido con vistas al siguiente: nada menos que la visita del Manchester City de Guardiola a Barcelona.

La peor de las noticias golpeó al Barça en una noche en la que acabó pesando más el dolor del crack, que afecta a todo el Barça, que el propio empate en si mismo ante el Atlético de Madrid.

Todo transcurrió de inmediato. A los 59 minutos Messi se sentó en el suelo, con una sonrisa triste, y le trasladó a Fernández Borbalán que no podía seguir. Como a Leo le conoce todo el mundo, el árbitro entendió que ahí no había ningún cuento. Llamó a las asistencias y el miedo se apoderó del Camp Nou.

Un beso en la cabeza de Iniesta y un gesto cariñoso y deportivo de Godín acompañaron la salida de la Pulga del partido, a los 59 minutos de un partido clave y 22 días después de que, frente a Uruguay, comenzó todo.

“Me duele mucho”, avisó Messi aquel 1 de septiembre a la conclusión del partido entre Argentina y Uruguay. Las molestias de pubis con que había acabado el partido de una semana antes en San Mamés se reprodujeron y le apartaron del siguiente partido de la albiceleste.

Pero el descanso posterior se ha demostrado, o eso parece y se sospecha, inútil. Un cambio de ritmo, intentando esos acelerones mágicos, rompieron su partido por la mitad. Miró al banquillo con cara de preocupación y Luis Enrique reaccionó acelerando el calentamiento de Arda. Y al poco tiempo, dos o tres minutos, Leo se sentó en el suelo y dijo basta.

Le despidió el CampNou ovacionándole y coreando su nombre a la vez que caminaba con cara de fastidio hacia el banquillo, conocedor mejor que nadie de que sus molestias amenazan con convertir un dolor de pubis en una pubalgia.

El objetivo, ahora, principal, es que Messi, que Leo, que el alma del Barcelona, esté a punto para recibir al Manchester City el 18 de octubre en el Camp Nou. El fútbol le echará de menos durante cuatro o cinco partidos y el Barça mantendrá la respiración durante estas tres semanas suplicando que la rotura no vaya más allá.

Ocho minutos antes de retirarse Messi, un griposo Sergio Busquets también ha sido sustituido. Su puesto en el once azulgrana lo ha ocupado André Gomes.