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Barcelona, entre la MSN... y el desierto

Getty Images

BARCELONA -- BARCELONA -- Transcurridas cinco jornadas de la Liga, el FC Barcelona es tercero en la clasificación.

Eufóricos los más de 89 mil espectadores presentes en el Camp Nou cuando se confirmó el empate del Bernabéu, dos horas después abandonaban el recinto azulgrana preguntándose qué había sucedido para que la MSN no hubiera conducido al Barça a la victoria.

Desde que el 17 de abril el Valencia asaltó el Camp Nou (1-2), la conjunción de Messi, Suárez y Neymar en el once inicial del Barcelona se había traducido en ocho victorias de ocho partidos juntos. Y disfrutando por doquier, marcando o participando en 46 de los últimos 52 goles, la visita del Atlético del ‘Cholo’ representaba un examen mayor.

Al cabo de cinco meses, la MSN se quedó seca absolutamente. Y tanta noticia fue eso como constatar que sin sus goles, liderazgo y trascendencia, el Barcelona de Luis Enrique se queda alarmantemente cojo.

Simeone le ganó en la pizarra al entrenador azulgrana pero, más allá de eso, el técnico argentino demostró que apartar del plano a Suárez con un marcaje doblado en las ayudas ofrece tanta consistencia al plan defensivo como empujar a Neymar hacia la banda, evitando en la medida (no siempre se puede) sus diagonales.

¿Algo más? Sí claro… Messi. Leo come aparte, es el jefe y se entiende que su magia es capaz de convertir cualquier problema en una solución. Pero esta vez aguantó poco más de 50 minutos antes de llevarse la mano a la ingle y rendirse a la evidencia.

El pubis que tanto dolor de cabeza está provocando en el barcelonismo este principio de temporada le volvió a jugar una mala pasada a la Pulga, quien después de una intermitente primera parte se adivinaba como la clave para cerrar la victoria.

A la hora de partido se marchó e inmediatamente empató el Atlético. Casual o causal por la decisión rápida de Simeone, a la marcha de Messi respondió sin la prestancia esperada Neymar, bien atado en corto. Y Suárez siguió sin aparecer.

Entre una cosa y otra, la MSN vivió su peor jornada de los últimos cinco meses y el Barcelona lo pagó caro. Un desierto debería atravesar este equipo para sobrevivir a la ausencia de sus cracks.

Si fue un accidente o es una realidad se constatará en el futuro inmediato.