Veinte años después de llevarse del Camp Nou a Ronaldo, el Inter de Milán vuelve a mirar hacia Barcelona para recuperar la gloria perdida en los últimos tiempos. Luis Suárez, de acuerdo a lo publicado por ‘La Gazzetta dello Sport’, está en el primer lugar en una lista de candidatos del club italiano.
El goleador uruguayo, cuyo contrato con el Barcelona no acaba hasta junio de 2019 y tiene una cláusula de rescisión de 200 millones de euros, es visto en el Inter como el futbolista ideal para liderar el ambicioso proyecto deportivo que pretende llevar a cabo la nueva propiedad del club.
La cadena de productos electrónicos Suning, uno de los grupos más poderosos de China, se hizo en junio con la propiedad del Inter, pagando 270 millones de euros y anunciando una profunda remodelación en el club para que, en el plazo de dos años, volviera al primer nivel del fútbol continental.
Su primera gran operación fue el despido de Roberto Mancini y el fichaje como nuevo entrenador de Frank de Boer, esperando a convencer a Diego Pablo Simeone. Después renovó a Icardi, fichó a Joao Mario y puso sobre el escenario, sin disimulo, su intención de revolucionar lo que fuera necesario en la plantilla para volver a la cumbre.
VIEJO E ¿IMPOSIBLE SUEÑO?
Y entendiéndose que eso precisa una fuerte inversión, los fichajes se colocaron, y siguen colocados, en el primer plano.
El nombre de Luis Suárez no es desconocido alrededor de San Siro. En la primavera de 2013 Massimo Moratti ya consideró el fichaje del delantero uruguayo cuando fue castigado con diez partidos de suspensión (http://espndeportes.espn.com/news/nota?id=1783010&s=eng&type=story) por morder a Ivanovic en un partido entre el Liverpool y el Chelsea.
El jugador deslizó en aquel entonces, cuando ni se sospechaba su futura llegada al Barcelona, su deseo de abandonar la Premier y se dejó querer por el Inter, pero el Liverpool le cerró la puerta a cal y canto, sin posibilidad ninguna de negociar un traspaso que llegó a calcularse alrededor de los 50 millones de euros.
La situación hoy se entiende muy distinta. Suárez proclama abiertamente su felicidad en Barcelona y en el Barcelona, donde su trascendencia es máxima y su entendimiento con Messi encierra una de las claves para explicar el éxito del equipo azulgrana…
Pero en el futbol no siempre 2+2 son 4. El músculo financiero de los nuevos propietarios del Inter está fuera de toda duda y de la misma forma que en 1997 el dinero le ganó a la felicidad para llevarse a Ronaldo del Camp Nou, dos décadas después nadie podría negar absolutamente que la situación pudiera repetirse. Claro que en Barcelona ni atienden a tal posibilidad.