El Atlético de Madrid se queda estancado, tanto en Liga como en su juego. Los rojiblancos dejaron otros dos puntos en el camino tras el empate 0-0 con el Espanyol, desaprovechando una oportunidad única. La derrota del Sevilla ante Granada y el empate entre Barcelona y Real Madrid dejaban vía libre al Atlético para escalar al tercer puesto y volver a la pelea por la Liga. El punto cosechado apenas alcanzó para quedarse casi donde habían iniciado: cuartos en la tabla y a nueve puntos del líder Real Madrid.
Las caras largas de los jugadores del Atlético de Madrid al abandonar el Vicente Calderón lo decían todo.
“Para nosotros era importante ganar este partido y estamos fastidiados”, reconoció el arquero esloveno Jan Oblak, consciente de que se les acababa de escapar media Liga.
Diego Simeone, en contraste, no lo quiso ver así. Según apuntó el Cholo en rueda de prensa tras el encuentro el empate “no es una oportunidad perdida” pues la competencia es “muy larga”. Sus números, sin embargo, dicen lo contrario.
Ya son once puntos perdidos en las últimas seis jornadas luego de tres derrotas, un empate y dos victorias. Desde que sufrieran su primera derrota en la campaña, un 1-0 frente a Sevilla que provocó que cayeran de golpe del primero al quinto lugar en la clasificación, el Atlético apenas ha rescatado siete unidades. Además, suman dos partidos de Liga consecutivos sin ganar en casa. Y aunque temprano en la temporada, los tropezones empiezan a pesar.
El empate de éste sábado fue considerado “justo” por el técnico Diego Simeone, que elogió el juego defensivo del Espanyol, que “se encerró muy bien” y permitió pocas oportunidades claras al Atlético de Madrid.
“El partido fue intenso, bonito en cuanto al trabajo defensivo del Espanyol, que fue casi perfecto”, señaló el técnico en rueda de prensa tras el encuentro antes de reconocer que a su equipo le “faltó contundencia” de cara a gol.
El Atlético apenas creó oportunidades; de once intentos sólo tres fueron tiros a puerta y la mayoría de sus ocasiones llegó en forma de disparos desde fuera del área en el segundo tiempo. En los primeros 45 minutos, el Atlético apenas había generado suficiente juego para probar una vez a Diego López.
Simeone recordó que “el objetivo” del Atlético de Madrid es “ser terceros”, algo que forma parte de su discurso desde hace varias campañas. Sin embargo, el plantel actual es el más caro que ha tenido en sus manos (tiene un valor de mercado cercano a los 500 millones de dólares) y su delantera está encabezada por Antoine Griezmann, el máximo goleador de la última Eurocopa; en la lista de finalistas para el Balón de Oro y en la terna final al lado de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi para el premio The Best de FIFA.
Pero Griezmann, como el resto del equipo, ha perdido fuelle en los últimos dos meses. No marca en Liga desde el 2 de octubre, y suma apenas nueve tantos en 17 partidos, seis de ellos en Liga. El francés, que entonces lideraba la tabla de goleo en España se ha quedado tan rezagado como su equipo. Dos meses después, Cristiano lidera la carrera por el Pichichi con diez tantos, sacándole una ventaja de cuatro goles y son Lionel Messi y Luis Suárez, con nueve, y no él los que meten presión al portugués.
Con el ecuador de la Liga a la vuelta de la esquina el Atlético se encuentra en una encrucijada. O recuperan el nivel de juego que había maravillado a España, o se pueden ir creyendo el discurso de pelear por el tercer puesto.