MADRID -- “Los tres de arriba” siempre irán al ataque. Siempre que Karim Benzema, Gareth Bale y Cristiano Ronaldo estén sanos y disponibles, el Real Madrid jugará con tridente. “Como han hecho siempre”.
Con un rotundo “no”, el técnico merengue respondió a la pregunta que persiste en el ambiente desde el sufrido partido del martes pasado en Nápoles: ¿Se puede pedir a uno de los tres ayude en defensa jugando en una formación 4-4-2 en lugar de enviar un tridente?
“¿Y a quién metes (en la media)? Uno de los tres de arriba se puede meter en una banda, sí, pero si tengo a los tres, voy a jugar con los tres arriba, no lo voy a meter en la línea”, dijo Zinedine Zidane en rueda de prensa celebrada este sábado previa al encuentro en que el Real Madrid se medirá al Betis para cerrar la jornada dominical.
La diferencia en el desempeño del Real Madrid entre los últimos dos partidos fue abismal. En Liga, frente al Eibar, dieron una de las mejores actuaciones de la temporada para vencer por 1-4.
En aquel partido no pudo contar con Cristiano Ronaldo (fuera por una sobrecarga) y Gareth Bale (sancionado), por lo que optó por una formación 4-4-2 con Marco Asensio acompañando a Benzema. Y dio una de las mejores actuaciones de la temporada.
Karim Benzema, en especial, tuvo un papel estelar con dos tantos y una asistencia, mientras Marco Asensio volvió a levantar la mano para tener más oportunidades. Madrid acribilló el rival en todos los sentidos; dominó, mostró eficacia de cara a puerta (siete tiros a gol en 12 intentos).
Sobre todo, tuvo mostró mejoría en defensa – algo que le ha acarreado un aluvión de críticas esta campaña. Sólo permitió dos tiros a gol de un equipo, aunque modesto, promedia cinco tiros a puerta por partido.
Tres días después en la vuelta de los octavos de final de Champions League y con la BBC al completo tras recuperar a los dos hombres más caros del plantel, Nápoles les hizo ver su suerte y si no logró remontar el 3-1 de la ida fue por simple falta de puntería.
Madrid regaló el balón y apenas se acercó a la puerta rival. Logró ganar fortuitamente gracias a la ‘cabeza’ salvadora de Sergio Ramos y el colofón de Álvaro Morata en el último minuto. Fue más débil en defensa (permitió hasta 13 disparos, aunque sólo tres a puerta), y los tres de arriba apenas intervinieron en el juego.
Inmediatamente surgieron las críticas al estado (y status) de los “intocables” que no colaboran atrás, así como a la formación elegida por Zidane ante un equipo que ya lo había sorprendido al contraataque dos semanas antes.
Pero Zidane insistió en que la formación es lo de menos, si bien admitió veladamente que por poner un tridente, acaba sacrificando “el equilibrio” del equipo.
“Últimamente sí que es verdad que hicimos un gran partido en Eibar y a lo mejor esto de acuerdo que con cuatro en la media tenemos más equilibro; claro. Pero yo como entrenador pienso que podemos hacerlo bien de muchas maneras. Con dos arriba y cuatro en medio, con tres arriba… Podemos cambiar de sistema, pero lo importante es la actitud”, dijo.
Explicó que no se trata de una cuestión de capacidad de sumarse a la defensa de los atacantes.
La razón es que el entrenador no quiere, o dice no querer, jugar con una formación distinta cuando dispone de los tres, pues aunque pierde “equilibrio” en la cancha, gana eficacia. “Si pueden (jugar en un 4-4-2), pero yo prefiero que jueguen los tres arriba. A mí me gustan más así (en un 4-3-3) que con uno en medio. Luego que Gareth, por ejemplo, pueda jugar en la línea de en medio, sí.
Para mí son más eficaces así; Gareth en la derecha, Cristiano en la izquierda y Karim en medio. Donde han jugado desde que estoy aquí, y antes. Antes también jugaban así”, señaló el entrenador.
No será ante el Betis donde ponga en práctica el equipo que dice preferir.
Gareth Bale no podrá ocupar su lugar en la derecha ya que cumplirá su segundo partido de sanción tras ser expulsado ante Las Palmas. Sin partido a media semana en el horizonte con el otro par, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo, en plenas condiciones, no se verá en la necesidad de sacrificar equilibrio.
Otra cosa es que considere necesario mandar al portugués de segunda punta, que tampoco le gusta al portugués.
