MADRID -- Los hombres de Zinedine Zidane tienden a hacer lo mínimo indispensable para asegurarse los tres puntos con incómoda frecuencia. Es más raro que salgan “satisfechos” con el trabajo realizado durante 90 minutos a que se contenten de salir airosos tras haber “sufrido mucho” por abultadas que resulten sus victorias, como la de éste domingo.
Mauricio Pellegrino ha sido el enésimo timonel del conjunto rival que se marcha frustrado porque, según sus palabras, “el Madrid tiene esa capacidad de ampliar el marcador con muy poco”.
“En los dos partidos contra el Madrid nos ha pasado lo mismo; en unos chispazos nos han hecho muchos goles. Los dos (tantos) del final sobraron. Estuvimos dentro del partido mucho tiempo. Es una pena irte con un 3-0”, dijo el entrenador del Alavés en rueda de prensa tras el encuentro.
No lo ha negado Zinedine Zidane, quien por el contrario, lo resalta como una cualidad de su equipo.
“Por ejemplo, en el segundo gol. Estábamos en dificultades, no estábamos en un momento bueno. Perdíamos balones ahí en medio, de repente le das a un balón a Cristiano, un pase, Isco controla bien el balón, tira y marcamos. En cualquier momento podemos hacer daño al rival. Es lo que tiene este equipo”, dijo el técnico.
El Real Madrid probó suerte de cara a gol en muy pocas ocasiones. Solo contabilizó seis disparos a puerta y si retuvo el balón fue por gracia de Isco, que sumó 101 toques, más que cualquier jugador en el terreno de juego, además de haber marcado el segundo tanto que virtualmente selló la victoria un par de minutos antes de que Nacho pusiera la cereza al pastel.
Lo preocupante para Zidane, sin embargo, fue la “pérdida de balones” en el centro de la cancha en la segunda mitad del partido – cuando el Alavés arreció en su lucha por llegar a Kiko Casilla, quien volvió a la portería merengue.
“Sabemos que debemos mejorar siempre. El problema es que jugando cada tres días no siempre puedes jugar perfecto 90 minutos. La primera parte fue espectacular de parte de todos. La segunda, es verdad, perdimos demasiados balones”, dijo el técnico, a sabiendas, por otro lado, que para cuando lleguen realmente los partidos importantes en las próximas semanas tendrá a su disposición a Casemiro (suspendido en esta ocasión) para solucionar el problema y, de paso, dar mayor fluidez al juego del Madrid.
El dilema Isco
Los resultados, de momento, dan una sensación de tranquilidad, independientemente de lo poco que convence su juego, y ayudan a mitigar el resto de problemas por resolver en el escritorio del entrenador. El primero es la situación de Isco.
El malagueño no está contento con su rol en el equipo. La titularidad de este domingo le llegó a consecuencia de la política de rotaciones de Zidane y la ausencia de Casemiro. Y aunque la ha aprovechado al máximo, el mediocampista pide minutos en los partidos importantes. Lo exige en el presente con actuaciones como la de este domingo y lo hará en el futuro cercano, cuando se siente a negociar la renovación de su contrato. Pero Zidane no claudica.
“Tenemos cada tres días un partido importante. Luego cada quién opina si uno es más importante que otro. Para ganar Liga o Champions todos los partidos son importantes. Cuando Isco juega, como es bueno, lo hace muy bien. Voy a decir siempre lo mismo. Somos 24 y todos aquí son importantes”, aseveró el técnico, quien no obstante, afirmó que su deseo es que el jugador renueve con el club.
“Claro (que quiere que renueve). Es un jugador importante que lo está haciendo bien. Él lo único que quiere es estar aquí. Estoy contento con su partido; no sólo el gol. Con lo que ha hecho. Jugar entre líneas, hacer jugar a los demás. Ha hecho un partido completo”, apuntó Zidane.
Sin embargo, prevalece el temor a que el Barcelona termine convenciéndolo para vestir de azulgrana en cuanto expire su contrato con los merengues (en 2018), y más si sus propios compañeros lo ven como algo casi natural.
“No es extraño que el Barça quiera a Isco; es un jugador muy bueno, con una técnica espectacular. Hay que aprovecharlo. Cuántos más años, mejor”, dijo Nacho, autor del tercer tanto de la tarde, en la zona mixta del Santiago Bernabéu.
No queda mucho tiempo más para ‘sacar provecho’ del mediocampista. Diez partidos de Liga y, de momento, dos de Champions (cinco, si la suerte acompaña a los merengues). De éstos once partidos en agenda, cuatro están marcados con tinta roja: el derbi ante el Atlético del próximo fin de semana, los cuartos de final de la Champions League frente al Bayern Munich, y el clásico del futbol español frente a Barcelona.
Otra cosa será que el técnico acceda a sentar a uno de los ‘grandes’ en la BBC, o del trío de la media Modric-Casemiro-Kroos, para darle gusto al español en esos partidos en que el Real Madrid se lo estará jugando todo.