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Barcelona ya piensa en el sustituto de Neymar

Los fiscales están detrás de una sentencia de dos años para el brasileño por supuestas irregularidades relacionadas a su transferencia a Barcelona. Getty Images

BARCELONA -- Neymar empieza a ser pasado en el Barcelona. El PSG aún no acordó los términos de su fichaje pero alrededor del Camp Nou se multiplican los nombres de futbolistas llamados a ocupar su puesto en la plantilla. Eso significa más allá de Paulinho y Coutinho, dos jugadores que se consideran ya muy cercanos al club y a quienes habría que añadir un delantero con un impacto indiscutible desde el punto de vista mediático.

La lista no es demasiado extensa y provoca el lógico debate. Se habla de Mbappé, de Dybala, Dembelé y Griezmann como principales candidatos, aunque aparecen también los nombres de Hazard, Draxler e incluso Di María; estos dos últimos pertenecientes al PSG y que podrían ser incluidos en una negociación que convirtiera la salida de Ney en un traspaso.

Di María es acaso quien ha sonado con más fuerza, especulándose con que el ‘Fideo’ fuera ofrecido al Barça, acompañado de los 222 millones de euros, para que el PSG se ahorrase todos los gastos fiscales de la operación en Francia. Ocurre, sin embargo, que el exterior argentino provoca controversia en el Camp Nou, tanto a nivel deportivo como social.

Di Maria, jugador diestro, suele arrancar desde la derecha y puede actuar, también, centrado… Pero difícilmente lo hace desde la banda izquierda que dejará huérfana Neymar. Su fichaje, gratis, hay quien lo entiende un chollo… Y quien lo presenta como un problema innecesario, además de una tomadura de pelo por parte del PSG, que mantiene a buen recaudo a ese Verratti del que nunca más se supo.

LAS APUESTAS

En el Barcelona se entendería más la inclusión de Draxler, exterior zurdo pero que tampoco ha entrado en las quinielas que se especulan, por lo que desde España se hacen cábalas con otros nombres, al margen de Di Maria y con Griezmann al frente.

El fichaje del crack francés del Atlético sería un golpe de efecto de primer nivel y, también, un bofetón devastador para el club colchonero por su imposibilidad de acudir al mercado de fichajes, lo que provoca dudas en el Barça, con ejecutivos favorables a dar el paso y otros contrarios, avisando del precio mediático que significaría.

También asoma en el primer plano Dybala, estrella emergente en la Juventus y por quien en su momento, en junio, ya preguntó el Barcelona. El argentino, de 23 años, es presentado a menudo como un digno sucesor de Messi en la Albiceleste y se considera un diamante ¿intocable?

Intocable es un decir por cuando se conoce que en su última renovación se incluyó una cláusula de liberación cifrada en 120 millones de euros, por más que la Juve no quiere venderlo y que así se lo comunicó Giuseppe Marotta a Ariedo Braida en el encuentro que mantuvieron el 20 de junio en Turín.

En plena efervescencia del mercado de fichajes, desde Italia se aseguró este lunes que Braida mantendrá otro encuentro con el Director General de la Juventus… Aunque, como en el caso de Di María, existe cierta controversia ‘deportiva’ en el Barça porque Dybala, también, suele jugar con la Juve en posiciones similares a las de Messi en el equipo azulgrana.

Mbappé es la explosividad del fútbol, la aparición incontenible de un muchacho aún en edad juvenil y cuyo impacto se asemeja al que personalizó en 1994 Ronaldo jugando en el PSV. Una apuesta tan seductora como arriesgada si se tiene en cuenta un precio que oscila alrededor de los 180 millones de euros y que convierte su posible fichaje en una apuesta de mucho, muchísimo, riesgo.

En Alemania el Borussia Dortmund ya anunció a los cuatro vientos su nula disposición a negociar el traspaso de Dembelé, delantero multiusos y que despierta en el Barça absoluta unanimidad. Explotado el caso Neymar su nombre, olvidado en semanas anteriores, regresó al escenario entendiéndose que se pudiera hacer cambiar de opinión al club germano.

El Barcelona, se afirma, debe sustituir a Neymar con una estrella de primer nivel. Los técnicos del club, con Pep Segura al frente, trabajan en silencio y sin perder la calma mientras supuestos gurus periodísticos exigen el fichaje de un crack, sin importar su efecto deportivo.

A partir de aquí, se entiende, el verano azulgrana va a quemar como nunca.