<
>

Los goles de Messi, las ovaciones de Iniesta

El manchego entró en acción hasta el minuto 87 y desde que calentaba se escuchó la ovación de los fanáticos. EFE

Leo Messi en modo voraz, en modo total y dispuesto a no dejar escapar ni una sola oportunidad de demostrar su mando en el fútbol, ofreció en Riazor una nueva exhibición de su calidad, sin necesidad de completar 90 minutos soberbios pero con el toque justo para dirigir al Barça al triunfo definitivo.

Marcó el 0-2 y sentenció con el 2-3 y el 2-4 para lograr su tercer hat-trick de la temporada (marcó un poker al Eibar) y convertirse en el jugador clave que explica los éxitos de un Barça que sumó su séptimo título de Liga en 10 años y el noveno de su carrera, después de 14 años en el primer equipo azulgrana.

Messi, por si fuera poco, dio un golpe sobre la mesa para superar a Mohamed Salah en la lucha por la Bota de Oro, alcanzando 32 goles, uno más que el delantero egipcio del Liverpool y camino de repetir una temporada sobresaliente de cara al gol.

ENTREGADOS A INIESTA

El crack argentino fue uno de los protagonistas en la noche del alirón, pero los aplausos, la entrega del público, fueron para Andrés Iniesta, que jugó su primer partido tras el anuncio de su marcha del Barça (Andres Iniesta se marcha del Barça tras 22 años en el club).

El manchego se quedó fuera de la alineación, argumentándose su suplencia en unas “molestias que arrastra desde la final de Copa” y no entró en acción hasta el minuto 87… Pero desde que salió a calentar por la banda se escucharon los aplausos de una hinchada del Deportivo tan deprimida por el descenso del equipo gallego como entregada a la carrera del capitán del Barça.

Iniesta entró por Rakitic y los gritos de protesta de la afición local mutaron, de pronto, en ovación cerrada hacia el jugador azulgrana, que pudo disfrutar desde el césped el sabor de la gloria.

Messi e Iniesta, los dos futbolistas más longevos de la plantilla del Barcelona, sumaron en La Coruña su noveno título de Liga, más allá de los siete en los últimos diez años y alcanzaron el campeonato número 32 de su carrera. Imposible entender la década prodigiosa del club sin su presencia, ambos han sido, cada uno en su papel, indispensables para que el proyecto de Valverde esté camino de concretar su primera campaña de manera soberbia.

Más allá del golpe sufrido en la Champions, con una eliminación inesperada y (El Barcelona vuelve a fracasar ahora victima de su prepotencia) horrible en Roma, el Barça solo perdió un partido en la Copa del Rey pero mantiene inmaculados números en la Liga, con 34 encuentros sin conocer la derrota y ya 41 enlazados contando la pasada campaña.

Todo con sus dos jugadores fetiche. Messi, el número uno indiscutible, lanzado hacia el Mundial con un doblete y el papel de ya máximo aspirante a la Bota de Oro, y Andrés Iniesta, que cumple sus últimas semanas en el club con la sonrisa de una leyenda.