<
>

Santiago Solari espera revertir el dolor del Real Madrid jugando con 'carácter'

MADRID -- Santiago Solari se presentó en la sala de conferencias del Real Madrid y de inmediato dio su receta para sacar al equipo del bache que vive y que provocó la salida de Julen Lopetegui. Para su primera prueba, que será este miércoles, avisó: “La idea es ir a Melilla y jugar con dos coj...”, dijo de cara al partido de dieciseisavos de la Copa del Rey.

El técnico emergente aseguró que su equipo tiene todas las herramientas para recuperar el nivel de juego que ha perdido en las últimas fechas.

“No hay jugadores en la primera plantilla que no tengan nivel para jugar en el Real Madrid”, dijo Solari. Estrenándose lo más cerca posible de la línea del club, pero sin echar sal a la herida.

Pero lo que hereda es un equipo “dolido”. Perdido en la media tabla después de cinco partidos de Liga sin ganar y alarmantemente mermado por las lesiones. Solari se encontró con la enfermería llena y no podrá contar con Carvajal, Vallejo, Varane, Marcelo y Mariano. Y si el Real Madrid logra convencer a un técnico de renombre para que se haga cargo del equipo hasta final de temporada, volverá al Castilla sin haber podido contar con los últimos tres, que tienen al menos dos semanas por delante en su recuperación.

“El grupo está dolido. Obviamente. Pero con muchas ganas de arrancar y revertir la situación. Es un grupo de Campeones. Un grupo de guerreros que han ganado muchísimas cosas. No es la situación más fácil pero los veo con muchas ganas de revertirlo”, dijo Solari, quien subrayó que sus nuevos jugadores “no miran con recelo a nadie”.

No tiene tiempo para lamentarlo. Necesita revertir la situación desde mañana. Y de paso, convencer a un plantel que de acuerdo a los medios españoles, veía su llegada con recelo (aunque él lo niega)

“Están dolidos y con ganas de salir a ganar otra vez. Así los he sentido. Es un equipo de campeones; han dado muchísimas cosas al club. Es un momento que no es fácil, es delicado, pero en los momentos más delicados es en el que se ve el carácter”, insistió.

Su primera misión al frente consiste en “ganar mañana” en Melilla. El cómo, ya es otra cosa, pues apenas ha tenido un entrenamiento con el primer equipo y no es descartable que al tratarse de un rival de Segunda B viaje con un grupo dominado por los jugadores del Castilla.

El resto, lo resolverán los arrestos.

“Con mucha ilusión. Con ganas, entrega. Con ganas de hacer las cosas bien. Así estamos todos”, agregó.

A partir de ahí, el tiempo dirá si puede cumplir su sueño de ser entrenador del Madrid en toda regla a partir de esta temporada. O tendrá que volver al Castilla a esperar su turno. De todos modos, “está de paso”.

“Todos estamos de paso en la vida y en esta profesión que va todo bastante más rápido. Lo importante es lo que hacemos en el día a día. Pero también es así para el futbolista. Lo importante es lo que haces en cada entrenamiento y en cada partido, lo que dejas en cada minuto.

"(Asumió el cargo) Con una gran satisfacción; trabajar aquí es una gran oportunidad. Es un trabajo hermoso, en cualquier lado, ¿eh? No solo como entrenador del primer equipo. El Madrid nos incluye en su grandeza, nos supera a todos, pero a la vez nos incluye a todos. Es una maravilla trabajar aquí”, dijo Solari, que en cambio, no quiso revelar quién, y cómo, le comunicó que sería el encargado de guiar al primer equipo en busca de una solución a una temporada desastrosa. Tampoco quiso compartir si logró despedirse o no de Julen Lopetegui, pues consideró que “eso cae dentro de lo privado”.

Lo que no evitó fue desmarcarse lo más rápido posible del último entrenador que dio el brinco del Castilla al primer equipo a modo de emergencia. Zinedine Zidane.

“A Zizou dejémoslo en paz. Es una de nuestras figuras más grandes aquí en el Madrid. No lo podemos adjetivar a Zizou. Mejor dejarlo ahí, tranquilo en su grandeza y no comparar a nadie con él porque es incomparable”, dijo Solari. Eso sí, con una sonrisa de oreja a oreja que intentaba emular esa época de ‘felizidane’ no tan lejana.