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El Barcelona no cede a las exigencias económicas de Jordi Alba para renovar

BARCELONA -- La renovación de Jordi Alba sigue encallada en el Barcelona y no parece que vaya a solucionarse en un breve plazo, tras conocerse que el club mantiene, firme, su rechazo a las exigencias del lateral, quien pretende ascender en la escala salarial de la plantilla hasta el nivel que disfrutan Busquets o Piqué, solo por debajo de Luis Suárez y, claro, del intocable Lionel Messi.

El futbolista, quien acaba contrato en junio de 2020, está cerca de convertirse en un problema de consideración para el Barcelona, que durante el último año y medio solventó ampliar el contrato a toda la columna vertebral de la plantilla olvidándose de él y ahora no es capaz de acercar posturas, consciente como es su agente de la postura de fuerza que puede mantener.

Convertido en uno de los mejores jugadores del equipo, probablemente el más decisivo al margen de Messi, Alba mantiene una consideración salarial muy alejada de la que, se entiende, debiera merecer su excepcional rendimiento. Desde la primavera de 2017 y hasta el mes de septiembre de 2018 pasaron por las oficinas desde Ter Stegen y hasta Busquets, además de Suárez, Rakitic, Piqué, Sergi Roberto o Umtiti, adquiriendo todos ellos mejoras muy evidentes en sus salarios.

Si el lateral catalán no se sintiera ya despreciado por este hecho, Dembélé o Coutinho entraron directamente en una escala salarial bastante superior a la suya en la plantilla, lo que le deja, hoy por hoy, en una posición tan incómoda como ilógica atendiendo a su peso deportivo en el Barcelona.

Después de muchos meses de espera, la última semana de noviembre su representante Vicente Forés mantuvo un primer encuentro con los ejecutivos del Barcelona en el que ambas partes pusieron de manifiesto la lejanía de ambas posturas.

Alba, que siempre ha expresado su deseo de renovar y permanecer en el club azulgrana, entiende que no ha sido valorado como merece y desde el Barça se repite que la sostenibilidad económica obliga a frenar el aumento de la masa salarial de una plantilla que se ha disparado en los últimos tiempos.

Condenados a entenderse, la negociación por la renovación de Jordi Alba con el Barcelona entrará en una nueva y complicada dimensión en enero.