MADRID -- El derbi consolidó la palpable mejoría del Real Madrid que llegó a la segunda posición de LaLiga Santander de la que desplazó al Atlético Madrid después de un partido con tensión, polémica y protagonizado por la intervención del VAR, que también marcó los duelos del Getafe ante el Celta y del Espanyol, contra el Rayo Vallecano.
Los futbolistas admiten con naturalidad la determinación del videoarbitraje aunque la tecnología no ha acabado con las discusiones y los distintos puntos de vista. Sobre todo en las acciones interpretables.
No se alargó la controversia en el derbi del Wanda Metropolitano dada la superioridad y, sobre todo, la pegada del Real Madrid. Diego Pablo Simeone y sus jugadores dejaron de lado el debate arbitral y centraron el análisis en el terreno de juego.
En cualquier caso el VAR tuvo trabajo. Dos de los cuatro goles exigieron la confirmación del video, también un tanto anulado por fuera de juego a Álvaro Morata, quien reclamó igualmente una falta dentro del área de Casemiro que también valoró la tecnología.
Pero el choque entre los dos principales equipos de Madrid, con más tensión que futbol, disparó la fe del conjunto de Santiago Solari, en plena euforia. Cree el Real Madrid en todo ahora. Después de cinco victorias seguidas, situado en el segundo puesto de la tabla y con la desventaja respecto el Barcelona, que visita San Mamés, reducida a cinco puntos.
Metido en semifinales de Copa y pendiente de regresar a la acción en la Liga de Campeones sueña aún con un título del que estaba descartado después de salir airoso de un derbi plagado de pasión y casi decisivo para el futuro de ambos.
Fue mejor el Real Madrid que aprovechó más los errores de su adversario. Así fue en los goles, anotados por Casemiro, que encarriló el choque y sentenciado después con el penalti transformado por Sergio Ramos después de una falta a Vinicius y por el galés Gareth Bale.
Antoine Griezmann había llegado a equilibrar el duelo en una rápida acción propiciada por un fallo de Vinicius.
Pocas ocasiones más tuvo el encuentro que profundizó en los males rojiblancos. El equipo de Simeone, que pudo situarse a tres puntos del líder hace una semana, encajó su segunda derrota seguida para ser rebasado por su rival, erigido ahora como primera amenaza al Barcelona.
El VAR acaparó más miradas y comentarios en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe. El Celta salió derrotado, enojado con la actuación arbitral y desengañado con la tecnología. El equipo gallego, que había encarrilado el partido gracias al mexicano Néstor Araujo, se quedó con diez jugadores en el minuto 37 después de que Maxi Gómez fuera expulsado al ver dos amarillas por protestar en un segundo. Se quejó del penalti señalado en contra de su equipo y que transformó Jaime Mata.
El videoarbitraje no llevó la contraria a la decisión del juez que, antes del descanso, anuló un gol a Hugo Mallo con el apoyo de la tecnología.
Todo resultó fácil después, tras el descanso, para el equipo madrileño, que sentenció gracias a otra diana de Mata y un gol de Jorge Molina para asentarse en la quinta plaza y situarse a un punto de la Liga de Campeones.
El VAR mantuvo en vilo al público del RCDE Stadium, donde el Espanyol acabó por remontar al Rayo Vallecano gracias a un gran tanto de Sergi Darder en el minuto 95.
El futbolista local llevó la pelota a la red en tres ocasiones pero dos de ellas fueron anuladas por el videoarbitraje. Una en la primera parte y otra en el tramo final. Sin embargo, en el tiempo añadido empalmó un balón imposible para el meta Stole Dimitrievski, que no tuvo discusión.
La tecnología reveló al árbitro, que en dos ocasiones acudió al monitor del campo, que el chino Wu Lei fue trabado dentro del área. El penalti lo marcó Borja Iglesias, que igualó así la ventaja que a la media hora adquirió el equipo madrileño gracias a Abdoulaye Ba.
Los tres puntos dan un respiro al Espanyol y a su técnico Joan Francesc Ferrer 'Rubi' y mantienen al Rayo en un descenso al que se acerca el Girona después de caer en Montilivi contra el Huesca, que se aferra a la permanencia (0-2).
Fue con un doblete del argentino Chimy Ávila como el conjunto oscense subrayó su mejoría. Dos victorias y un empate han revitalizado al Huesca, que contempla la permanencia. Dos puntos solo le separan del Villarreal y seis del Girona, que marca la salvación después de cuatro derrotas seguidas.