BARCELONA -- Sandro Rosell, presidente del FC Barcelona entre julio de 2010 y su dimisión en enero de 2014 y que permaneció en prisión preventiva cerca de dos años acusado de blanqueo de capitales, fue absuelto este miércoles por la Audiencia Nacional, que resolvió la imposibilidad de probar las acusaciones sobre el mandatario y otros cinco encausados de blanquear comisiones por los derechos de televisión de 24 partidos de la selección brasileña de fútbol y un contrato de esponsorización con la multinacional Nike.
La sentencia de la Sala solventó que una vez realizada la verificación entre las pruebas presentadas por la acusación y la defensa “solo nos ha sido posible llegar hasta donde hemos llegado, operando en esa valoración con observancia del principio in dubio pro reo”, cuyo significado procesal significa que en caso de duda se falla a favor del acusado.
La fiscalía ya modificó al finalizar el juicio sus conclusiones provisionales, solicitando una pena de seis años de prisión para Rosell por delitos de blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal, además de pedir también penas de cinco años para el gestor Joan Besolí y otras de entre 1 año y 11 meses y 1 año y medio para la mujer del expresidente, Marta Pineda, y los otros tres acusados, Pedro Andrés Ramos, Josep Colomer y Shahe Ohannessian, quien era señalado como testaferro de Rosell.
Rosell permaneció en prisión preventiva durante 643 días hasta el comienzo del juicio en marzo y vio cómo todas sus solicitudes de libertad provisional a lo largo de los dos últimos años eran rechazadas por la justicia. Finalmente la Sección Primera de la Sala de los Penal, dirigida por el magistrado Ángel Hurtado, estimó al comienzo del juicio la petición de libertad provisional para el ex mandatario, lo que dio a pensar en la posibilidad de una absolución que finalmente acabó por producirse.
Los tres magistrados encargados del caso, Concepción Espejel, Angel Luis Hurtado y Ramón Sáez concluyeron la inocencia de Sandro Rosell, echando por tierra la instrucción de la jueza Carmen Lamela, quien instruyó el caso de acusación de blanqueo de capitales y organización criminal de la que fueron absueltos todos los acusados.