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Los peores fichajes de la historia moderna del Barcelona

BARCELONA Antoine Griezmann, el tercer fichaje más caro de la historia del Barcelona, llega al Camp Nou alejado de cualquier duda. Y confiando en escapar de la consideración de fracaso que acompaña a un Coutinho cuya permanencia en el club no está en absoluto asegurada. El brasileño, de hecho, aún tiene la oportunidad de cambiar su suerte y no entrar por la puerta grande en el selecto grupo de grandes fracasados del Barça en los últimos 25 años.

Nadie duda de la calidad del Principito. Pero tampoco se olvida que en este último cuarto de siglo fueron muchos los futbolistas que llegaron al Camp Nou como cracks consagrados y lo abandonaron por la puerta de atrás. Le ocurrió a Riquelme, que al menos no dejó pérdidas en la cuenta de resultados con su traspaso al Villarreal por la misma cantidad que se había pagado al Boca Juniors, y también Ibrahimovic, financieramente muy deficiente. Aunque su calidad nunca pudo ponerse en duda. Como tampoco su rendimiento.

Hubo otros, sin embargo, que personalizaron fiascos históricos. Y este podría ser el peor XI de estos últimos 25 años en azulgrana.

Vitor Baía.
Portero. Considerado entre los mejores metas del mundo cuando el Barça le fichó al Porto en el verano de 1996 por 6,5 millones de euros, al cabo de dos años y medio regresó a su club de origen con la carta de libertad tras completar una carrera de terror en el Camp Nou. Titular en su primer curso, en el segundo perdió el protagonismo, derrumbado por la presión y abandonó el Barça habiendo jugado 50 partidos de los que se recuerdan más sus errores que sus aciertos.

Lilian Thuram.
Defensa. Lateral diestro de excelente carrera en Italia y la selección francesa con la que conquistó el Mundial de 1998, llegó al Barça por 5 millones de euros en el verano de 2006, tras el descenso administrativo de la Juventus. Con 34 años cumplidos su trascendencia en el club azulgrana fue más que discreta, alineándose en 58 partidos de los que no hay apenas nada reseñable y retirándose en 2008.

Dmitri Chygrynskiy.
Defensa. Apuesta personal de Pep Guardiola, el Barcelona pagó por su fichaje 25 millones de euros al Shakthar Donetsk ucraniano en el verano de 2009. Inadaptado al sistema del equipo azulgrana y vencido por la responsabilidad, jugó solamente 14 partidos y regresó a su equipo de origen al cabo de un año por 10 millones menos de lo que había costado.

Philippe Christanval.
Defensa. Central de excelente rendimiento en el Mónaco, llegó al Barça en 2001 con un coste de 17 millones de euros. Jugó 42 partidos en su primera temporada… Y desapareció en la segunda, tomando parte en solamente diez para marcharse, con la carta de libertad, al Olympique de Marsella.

Winston Bogarde.
Defensa. Central y lateral izquierdo, fue adquisición de Van Gaal en enero de 1998, por la que el Barça pagó cerca de 4 millones al Milan. Su fracaso, siendo cierto, se ha exagerado atendiendo a sus números (61 partidos) y a que en su segunda temporada (1998-99) apenas se alineó en dos encuentros por una grave lesión sufrida durante el Mundial de Francia. Su llegada desde el Milan provocó que tanto Abelardo como Sergi fueran perdiendo minutos y personalizó el descontento de la grada por la superpoblación de holandeses en la época. Llegó a rumorearse que formaba parte de una secta y en enero de 2001, sin haber debutado en aquel curso, se fue, libre, al Chelsea.

Emmanuel Petit.
Mediocampista. El Barça lo reclutó del Arsenal, junto a Overmars, días después de la marcha de Figo al Real Madrid. Costó 15 millones de euros, en el verano de 2000, y llegó como flamante campeón de Europa con la selección francesa. protagonizando una temporada de infausto recuerdo en el Camp Nou. Jamás se adaptó al club, se enfrentó al entrenador, no se relacionó con sus compañeros y se marchó al cabo de un año, libre, al Chelsea habiendo jugado 25 partidos como titular.

Fabio Rochemback.
Mediocampista. Brasileño atípico que destacaba más por su fuerza que técnica y llegó por 9 millones de euros desde el Internacional de Porto Alegre con la consideración de sucesor de Dunga, disputó 70 partidos sin ninguna trascendencia entre 2001 y 2003, cuando fue cedido al Sporting de Portugal para, al cabo de dos años, ser vendido por un millón al Middlesbrough.

Dragan Ciric.
Mediocampista. Serbio fichado al Partizan de Belgrado en el verano de 1997 por cerca de 2 millones de euros, fue presentado como una versión mejorada de Mijatovic y tras jugar 40 partidos en dos temporadas, apenas 12 como titular y solo 5 completos, fue cedido al AEK de Atenas, marchándose en 2000, libre, al Valladolid.

Arda Turan.
Delantero. Fichado en plena sanción de la UEFA al Atlético de Madrid por 34 millones de euros en el verano de 2015 prometía mucho y no mostró nada tras pasarse 6 meses entrenando antes de debutar. Se alineó en 55 partidos antes de ser cedido al Istanbul Basaksehir, donde aún sigue, convirtiéndose en uno de los mayores fiascos de la presidencia de Bartomeu.

Alfonso Pérez.
Delantero. Canterano del Real Madrid, el Barça le fichó en el verano de 2000 desde el Betis por 16,5 millones de euros tras rechazar el retorno de Ronaldo. Y la apuesta aún es recordada por el fiasco que significó. En una temporada y media marcó 5 goles en 37 partidos para ser, en enero de 2002, cedido al Olympique de Marsella y volver, libre, al Betis un año después.

Geovanni Deiberson.
Delantero. Obsesionado con encontrar en Brasil un nuevo Rivaldo y olvidar a Ronaldo, el Barça pagó 18 millones de euros al Cruzeiro en junio de 2001 por el considerado mejor delantero joven del país. Y que al cabo de un año y medio, tras ser titular en solo 14 partidos, fue cedido al Benfica, que acabaría fichándolo a coste cero.