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Entre Walt Disney, el Black Power y Messi

BARCELONA -- “Leo, prepárate que entras ya por Deco”. El 16 de octubre de 2004, se cumplen 15 años, el FC Barcelona, no solo Messi, entró en una nueva dimensión. Líder de la Liga habiendo cedido solo un empate en seis jornadas, el equipo dirigido por Rijkaard y encabezado por la sonrisa de Ronaldinho visitaba al Espanyol, que un mes antes había derrotado al Real Madrid y no perdía como local desde siete meses antes. Aquella noche perdió el equipo periquito, pero la victoria del Barça, a la postre campeón de Liga rompiendo una sequía de cinco temporadas, acabó por ser una anécdota en la historia moderna del club.

Para siempre, el 16 de octubre en clave azulgrana quedará como el dia en que Lionel Messi debutó oficialmente con el Barça. Una jornada para guardar en los libros... Y que se suma a episodios históricos alrededor del mundo igualmente marcados en mayúscula. Uno de ellos fue, en su momento, anecdótico... Y al cabo de los años ha devenido en la mayor compañía de entretenimiento de todo el planeta.

Fue el 16 de octubre de 1923 cuando los hermanos Walt y Roy fundaron un estudio de animación al que llamaron Disney Brothers’ Studio que comenzó a producir dibujos animados en Hollywood y creó unos cortometrajes a los que llamó Comedias de Alicia, basados en la obra ‘Alicia en el país de las Maravillas’ de Lewis Carroll.

A Messi le ocupó apenas un par de años catapultarse a la consideración de estrella y al cabo de cinco ya era el líder del Barça de Guardiola... Los mismos cinco años que transcurrieron entre 1923 y 1928, cuando Walt Disney Studios dio a conocer a Mickey Mouse, el primer gran personaje de una factoría que en los años posteriores crearía a Pluto o el Pato Donald para catapultarse a la eternidad.

BLACK POWER
Pero centrado en el deporte es de especial significado el 16 de octubre de 1968, el día en que Tommie Smith conquistó la medalla de oro en los 200 metros planos de los Juegos Olímpicos de México. Al atleta estadounidense le acompañó en el podio su compatriota John Carlos, medalla de bronce, y ambos alzaron un puño, envuelto en un guante negro a la vez que cerraban los ojos y bajaban la cabeza, cuando comenzó a sonar el himno de Estados Unidos en reivindicación por los derechos civiles de la población negra.

Smith, que con un tiempo de 19.83 batió el récord mundial se anudó un pañuelo negro alrededor del cuello que representaba el orgullo de su raza mientras que Carlos subió al podio con el chándal desabrochado en solidaridad con los obreros del país y lució un collar que, en sus palabras, representaba un homenaje “a las personas que fueron linchadas y asesinadas, que fueron ahorcadas o arrojadas al agua sin que nadie haya dicho una oración por ellas”.

Acompañados por el australiano Peter Norman, medalla de plata, los tres atletas lucieron una insignia del Proyecto Olímpico por los Derechos Humanos, derivando su acto en la reacción inmediata de Avery Brundage, presidente del COI y que ordenó su suspensión y expulsión de la villa olímpica por considerar “inadecuado” su acto en un foro apolítico como eran los Juegos Olímpicos. El Comité Olímpico Mexicano, organizador de los Juegos, rechazó la expulsión advirtiendo que al ser poseedores de una visa de deportistas ambos atletas debían mantener su condición de invitados de honor en el país.

Curiosamente, ambos deportistas, a cuyo regreso de los Juegos fueron muy criticados en Estados Unidos por su acción e incluso amenazados de muerte, abandonaron su carrera como atletas para pasarse al fútbol americano, aunque sin demasiada fortuna. Smith fue contratado como receptor abierto por los Cincinati Bengals de la AFL en 1969, pero apenas si pudo jugar dos partidos antes de lesionarse; Carlos se lesionó una rodilla cuando probaba con los Philadelphia Eagles y acabó jugando una sola temporada en los Montreal Alouettes.

No le fue mejor, al contrario, el futuro a Norman, quien fue reprobado por las autoridades políticas australianas al regreso de aquellos Juegos Olímpicos, marginado por los medios y abandonado por el comité olímpico, apartándole de los Juegos de 1972 a pesar de lograr su clasificación en las pruebas previas y mantener, hoy en día, el récord nacional de los 200 metros lisos con un tiempo de 20.06. Hundido en depresión y el consumo de alcohol tras serle diagnosticada gangrena en 1985, falleció en 2006, portando sus dos colegas el ferétro en una sentida ceremonia en que se interpretó la banda sonora de la película ‘Carros de Fuego’.

Para la historia permanecerá el puño en alto como gesto de protesta en un momento muy especial para la población negra de Estados Unidos. Un gesto que dio la vuelta al mundo un 16 de octubre... El mismo día, 36 años antes, de que el mundo empezase a descubrir a un tal Leo Messi.