BUENOS AIRES -- Omar Labruna, fue despedido de su cargo de entrenador de Nueva Chicago y conversó con ESPN FC Radio: "Estoy dolido y sorprendido a la vez".
"Me llamó el vicepresidente Daniel Ferreiro porque el presidente está fuera del país. Me dijo que es un momento complicado y que tienen que tomar decisiones. Me dijeron que están agradecidos por el ascenso, pero necesitan un cambio de aire. Quieren dar un volantazo para ver si pueden encaminar esto", redondeó.
"Yo les manifesté que no estaba de acuerdo, nunca pensé en dar un paso al costado. Nosotros jugamos un torneo con 10 o 12 equipos. Es una decisión absolutamente de la dirigencia, no mía. Es un despido", aclaró.
"Chicago vendió tres jugadores importantes y perdió por lesión a Gomito. Teníamos un presupuesto para reforzar a la altura del club y lo hicimos. Faltan 23 fechas para que termine el campeonato. Fue una decisión apresurada", contó.
"Tenemos un contrato vigente hasta diciembre de este año. Luego del ascenso me surgieron ofertas de Chile y Colombia pero decidí seguir", reveló.
"Tenía toda la fuerza para seguir y el apoyo del plantel. Tengo la mejor relación con la gente de Chicago, pero quedo dolido. No me lo esperaba de ninguna manera", apuntó.
"Parecería que no es entendible pero, a veces, el tiempo te lleva a otras cosas. Si yo hubiese visto que el plantel no me diera respuesta o que no los veía bien, hubiera sido el primero en advertirlo. La realidad de Chicago era luchar con los equipos recién ascendidos más algunos otros que se sumaban a nuestra lucha", dijo.
"No me despedí del plantel porque me lo comunicaron al mediodía. Nos vamos a presentar para despedirnos de un grupo que nos dio todo. Ascendieron cuando teníamos muchas dificultades económicas. Teníamos que conseguir algunos resultados para lograr la confianza", cerró.
Por último, Labruna arguyó: "La vida sigue. A mí me toca irme pero me voy agradecido y dolido. Ojalá que el plantel se pueda recomponer para encaminarse en esta pelea. Había un muy buen clima de trabajo con los jugadores".