“Necesitábamos un triunfo sobre todo de visitantes que nos estaba costando y teniendo en cuenta la situación y no haber ganado contra Quilmes de local, necesitábamos ganar. Los chicos hicieron un gran partido y merecieron ganar. La premisa más importante es intentar jugar e intentar ganar. Desde la humildad y laburo podemos encontrar cosas como las de Tigre, de que los chicos jueguen”, analizó el técnico en ESPN 107.9 FM.
Luego, De Felippe negó haberse enojado tras el último encuentro y manifestó: “Nunca me voy a pelear con nadie en el fútbol. Uno trata de explicar lo inexplicable y tiene que dar la cara siempre. Todos pueden tener su opinión y no me enojo por que alguien piense distinto. Estamos en el centro de la tormenta, en el ojo de la crítica. Pero cuando uno escucha una crítica constructiva nos ayuda a crecer, aunque en Argentina cuesta encontrarla”.
“Me enoja más el insulto a los pibes. Uno entiende el medio, ve la situación social. A veces transmitir calma no es fácil. Lamentablemente hay que ir preparándolos y explicarles las cosas. Tuve que sacar jóvenes muy agredidos durante los 90 minutos. Tengo que explicarles que los sacó para cuidarlos”, contó el entrenador y aseguró: “Nunca vi que un equipo juegue mejor cuando lo insultan”.