“Estaba hace mucho en el club y uno no está acostumbrado a éste tipo de decisiones difíciles. Le tomé cariño al club. He conseguido muchas cosas. El último año no fue bueno. Al no tener resultados, uno empieza a ver que por ahí ya se está terminando el momento de uno en el club. Tenía contrato hasta diciembre, pero empecé a ver que el club tenía la necesidad de hacer un recambio y en ese recambio entraba yo. Yo también necesitaba otro aire. Lo hablamos y entendimos que era momento”, expresó el jugador sobre su decisión de no continuar en Belgrano.
Farré manifestó si cariño hacia el Celeste y aseguró que seguirá siendo su “segunda casa”. Luego, destacó algunos de los logros que obtuvieron en sus 10 años en la institución: “Conseguimos objetivos superadores que me han forjado una personalidad ambiciosa. La identidad de Belgrano transfiere valores familiares. Estoy orgulloso de haber pertenecido a esta institución. Sin dudas me queda el gol a River como uno de mis logros personales, pero junto a ese ascenso clasificamos dos veces a la Copa Sudamericana y obtuvimos dos subcampeonatos”.
“Con el Ruso (Zielinski) todas las piezas encajaban a la perfección. Después se buscó un cambio para el salto de calidad. Cambiaste pieza por pieza y no hay el mismo funcionamiento, es entonces cuando se empieza a fallar. El Ruso logró un grupo bueno, identificado con la idea y respaldado por la dirigencia. A su salida fue un declive de cambio de técnico tras otro, porque no hubo resultados”, analizó Farré en ESPN 107.9 FM.
Finalmente, confesó que todavía no habló con Armando Pérez sobre su salida porque tiene “miedo” a que lo “rete”. “Es un gran dirigente y una excelente persona. Deja enseñanzas tomarse un café con él”, agregó halagando al expresidente de la Comisión Normalizadora.