HAMBURGO (Enviado especial) – El clima de fútbol comienza a aparecer muy de a poco en Hamburgo. En pocas horas se juega Portugal-Francia, uno de los duelos más atractivos de los cuartos de final de la Euro 2024. Un partido que, más allá de su historia y su relevancia para el certamen que se disputa en Alemania, tiene dos nombres que sobresalen del resto: Cristiano Ronaldo y Kylian Mbappé.
El día previo no se escuchaban canciones ni se veían camisetas de los equipos en cuestión. En la turística avenida Reeperbahn, en el distrito de St. Pauli, alrededor del puerto o en las peatonales del centro, el fútbol parecía un fenómeno prácticamente desconocido. Sin embargo, este viernes al mediodía empezaron a llegar los simpatizantes y entre los franceses, por ahora mayoría, prevaleció la confianza.
Respeto, admiración por Cristiano y a la vez, optimismo por Francia
Alex, hincha de Toulouse, anticipó el enfrentamiento ante CR7: “¿Tiene 39 años, no? Está grande, pero es uno de los mejores jugadores de la historia. Creo que puede ser un poco peligroso para nosotros. El último partido (contra Eslovenia) no le fue bien, está obsesionado en marcar un gol. Y creo que hoy no lo va a hacer”.
Simón, proveniente de Dunkerque, sentenció en un claro español que aprendió en la escuela: “Es un grandísimo jugador, hizo muchas cosas para el fútbol. Sin embargo, pienso que hoy será su último día con Portugal”.
“Es uno de los mejores de los últimos 10 años. Desafortunadamente para él, creo que esta noche jugará su último partido con la Selección”, coincidió Sebastian.
“Para mí, Cristiano es uno de los mejores futbolistas del mundo. Crecí viéndolo a él, a Messi, a Neymar. A CR7 lo amo, pero los franceses nos acordamos de la final de la Euro 2016, en la que se lesionó y Portugal nos ganó 1-0. Es una espina que nos quedó clavada, pero hoy espero que nos tomemos revancha”, aseguró Arthur, quien prefiere a Messi por sobre el luso.
Didier tiene sensaciones encontradas. “Cristiano es uno de mis ídolos. Aunque estoy feliz porque hoy lo veré por primera vez en vivo, espero que se vuelva a casa”, admitió.
Su amigo Daniel fue más tajante: “Hoy se vuelve a casa, será su último partido con Portugal. Ya llegó su hora”.
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Cuando la plaza Rathausmarkt empezaba a tomar color, la lluvia espantó a los turistas. Mientras tanto, la orquesta de la Policía de Hamburgo seguía tocando frente al Ayuntamiento. Pese a lo meteorológico, el clima entre los hinchas franceses es inmejorable. Respeto y admiración por el líder del rival de hoy, pero confianza y seguridad en que jugará su último partido en la Eurocopa.
El final se conocerá pronto en una Hamburgo que de a poco empieza contagiarse de fútbol.