MÚNICH (Enviado especial) – España e Inglaterra disputan la final de la Eurocopa 2024 y los ojos están puestos en Alemania. En el mismo país, los integrantes del Centro Argentino de Múnich no dejan de soñar con poder triunfar en la cancha. Mientras tanto, conscientes de las dificultades que eso conlleva, se sienten campeones por el impacto que generan fuera del campo.
El Centro Argentino de Múnich nació en 1974 como punto de encuentro para los emigrantes, en su mayoría hijos de alemanes. El club social, que organiza eventos sobre todo para las fiestas patrias, comenzó a tener mayor repercusión entre 2001 y 2002, cuando arribó mucha gente joven producto de la grave crisis económica vivida por entonces en Argentina.
En esa época se creó el departamento de fútbol que, si bien depende del Centro, casi no tiene vínculo con sus autoridades. El equipo forma parte de la C-Klasse de la BFV Liga, la última división que se encuentra debajo de la Bundesliga. “Teóricamente, si ganáramos 13 campeonatos seguidos estaríamos jugando contra el Bayern en el Allianz Arena”, le cuenta Nereo Delgado, uno de los futbolistas más experimentados del equipo, a ESPN.com. “De los 24, 25 años que estamos compitiendo, solamente ascendimos una vez y al año siguiente volvimos a bajar. Es complicado”, aclara con los pies sobre la tierra.
¿Cómo está conformado el plantel?
Es un rejunte de argentinos, italianos, españoles, latinos, siempre hay algún alemán. Hasta que en 2016, llegó gente con un poco más de perspectiva justo cuando el club estaba medio muriéndose. Éramos cuatro, un desastre, todas las camisetas rotas, no teníamos un mango para nada. De a poco fuimos consiguiendo gente joven, mucho argentino que estaba aquí estudiando, haciendo posgrados o laburando. Empezamos a revolver un poco porque pensábamos que tendría que haber más. Nos pusimos con eso, con el objetivo de revivir el club.
¿Cómo se dio el crecimiento del equipo?
Entrenamos los martes y jueves, y jugamos los domingos. La verdad es que desde hace un tiempo, estamos fuertes. Ya conseguimos armar dos equipos, el principal y un segundo para mayores de 32 años. Se sumaron muchos chicos y tenemos gente motivada. A nivel deportivo nos va relativamente bien, pero tenemos que seguir creciendo. El Estado te asigna un complejo deportivo que compartimos con otros clubes. Nosotros cada vez somos más y nos cuesta encontrar horarios. Hay lista de espera de casi dos años para conseguir cancha y eso nos frena un poco el crecimiento.
No es el único obstáculo que tuvieron que sortear los miembros del Centro Argentino de Múnich en los últimos años. Les costaba juntar 11, no tenían técnico ni táctica y perdían previsiblemente por goleada. Además, la liga es muy rigurosa y los participantes deben garantizar tener las cuotas al día y uniformes del mismo color, todas cosas que salen del bolsillo de los propios futbolistas.
El impacto social del CAM
Más allá del fútbol, los argentinos encontraron un grupo de pertenencia: “Está bueno juntarse los fines de semana, jugar al fútbol, hacer asado después los partidos. Se fue formando como una comunidad, en la que tenemos un flaco que consigue cortes de carne argentinos, uno que hace chorizos, chicas que hacen empanadas, otro que hace pastafrolas y alfajores, el que consigue el mate”.
“Para todos nosotros es re importante el club. Hay muchos jóvenes que llegan con 19 o 20 años a buscarse la vida, a laburar o estudiar, y tener un lugar como el Centro Argentino les soluciona la vida. Vienen sin conocer a nadie y en dos minutos están como en un barrio de Argentina, con gente hablando tu idioma, tomando mate. Es muy importante a nivel de contención y ayuda”, señala el jugador que se desempeña como lateral izquierdo.
“Alemania es un país muy complicado a nivel burocrático y el idioma es re difícil. Llegar acá y tener la posibilidad de estar en contacto con gente que ha vivido la misma experiencia que estás viviendo, que sabe lo difícil que es y que siempre esté dispuesta a ayudarte, es fantástico”, agrega con orgullo el también capitán.
El Mundial de Qatar 2022 lo vivieron de una forma muy particular porque era invierno y hacía mucho frío. A partir del partido ante Australia, alquilaron un bar llamado “El barrio latino” que se transformó en cábala. Se armó un grupo de WhatsApp y los primeros 100 que se anotaban, entraban. En tres horas se acababan los cupos e incluso se sumaban pakistaníes e indios. Nadie se quería perder la fiesta argentina. Después de la consagración, la Policía intervino para cortar la celebración.
El empuje del fútbol femenino
En 2020, en plena cuarentena por la pandemia de coronavirus, se les ocurrió poner un anuncio para convocar chicas para el equipo femenino: “Fue una locura, le dieron un empujón bárbaro al club. Ya tenemos dos equipos, el primero más competitivo y el otro que está aprendiendo. Hoy por hoy seremos unas 100 chicas y unos 70 chicos”.
“Tienen una manera de gestionar las cosas muy diferente a nosotros y lo han hecho muy bien. Y ahora son ellas las que tiran el club para adelante. De hecho, en la Comisión Directiva son casi todas chicas y se encargan de organizar campeonatos y generar equipos nuevos, como el que se armó de futsal porque en invierno acá porque no se puede jugar por la nieve”, describe Nereo.
El crecimiento fue sostenido: “Después de tres años de consolidación, el primer equipo logró ascender. La liga es muy buena y las chicas alemanas vienen jugando al fútbol desde muy chiquitas. El ascenso fue un esfuerzo terrible y una satisfacción tremenda. Esta temporada van a jugar en la octava división debajo de la Bundesliga”.
¿Qué tal es la convivencia con representantes de tantos países? Tenemos una mezcolanza de nacionalidades terrible con los argentinos, uruguayos, brasileños, venezolanos y peruanos que nos acompañan. Nos llevamos todos re bien, cero drama, nunca una pelea y siempre todo el mundo está bien predispuesto para ayudar. Y eso que somos 170 personas.
Los malos tragos quedaron atrás. Nereo Delgado ve el futuro con optimismo: “Estamos bien organizados y yo creo que más vivos que nunca. Por lo menos desde que estoy acá en 2016, el club está más saludable que nunca. Hago un llamamiento a los argentinos, uruguayos o latinos que estén llegando para que nos contacten. Está muy bueno ser parte de esto y ayudar a que el club crezca”.
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