<
>

España se juega todo o nada en Sevilla ante Eslovaquia

BARCELONA -- Ganar, rezar... O marcharse a casa. Tres combinaciones afronta la España de Luis Enrique este miércoles en Sevilla frente a Eslovaquia con una sola puesta en la mente: ganar para no depender de nada más; confiando, también, en que Suecia no gane a Polonia para pasar como primera de grupo pero, a fin de cuentas, centrada en sumar tres puntos indispensables para alejar cualquier fantasma.

Meterse en los octavos de final como tercera de grupo (empatando) dependería del resultado de Polonia. Si los polacos no vencieran a Suecia España tendría el pase asegurado por cuanto a pesar de sumar tres puntos tendría mejor goal average que Ucraine y Finlandia y entraría en la fase de eliminación directa, pendiente de conocer a su rival, que sería Bélgica (el domingo en Sevilla) o Holanda (también el domingo pero en Budapest). Una derrota, por más que Suecia ganase su partido y la mantuviera en tercer lugar, sería fatal porque con dos puntos estaría en la calle...

Con estas combinaciones afrontará el equipo de Luis Enrique el partido probablemente más trascendental en la carrera del entrenador al frente de la selección española, después de haber empatado 8 de los 15 jugados en su segunda etapa desde su retorno al cargo en 2019 y alrededor del cual se multiplican las críticas.

En esta Eurocopa se ha vislumbrado la alarmante falta de resolución ofensiva del equipo español, incapaz de marcar más que un gol en dos partidos después de hasta 14 remates a puerta, fallando incluso un penalti y no sacando provecho de un dominio del balón que rozó en ambos partidos el 80 por ciento de la posesión. Combinar, pasar, presionar y agobiar a la defensa contraria sin premio y provocando que la figura de Luis Enrique, todavía defendida desde la federación española, este ciertamente en entredicho.

Volverá Sergio Busquets, debutará por fin, al once inicial y podría el seleccionador introducir algún otro cambio en la alineación, alumbrando la duda de si volverá a apostar por mantener juntos a Álvaro Morata y Gerard Moreno en la delantera o dará entrada a César Azpilicueta en el lateral derecho, avanzando a Marcos Llorente a un centro del campo que, en ese caso, cambiaría ostensiblemente respecto a los dos primeros partidos.

Eslovaquia, que solo ganó uno de los diez partidos precedentes a España (2-1 en 2014), busca su segunda clasificación consecutiva a los octavos de final en una Eurocopa, después de conseguirlo en Francia 2016 (pasó por detrás de Gales e Inglaterra) y ser barrida en el primer cruce por Alemania (3-0) en Lille.

Bajo el mando de Marek Hamsik y el liderazgo en defensa de Milan Skriniar, el equipo dirigido por Stefan Tarkovic se sospecha afrontará el partido con una apuesta defensiva y suspirando por un empate que le daría el pase automático a octavos, lo que para el combinado centroeuropeo sería un éxito... y podría provocar un auténtico terremoto en España.