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Aubameyang, de Chelsea, tiene mucho por demostrar, desde la 'maldición del 9' hasta la enemistad con Arteta

En un momento dado parecía que Pierre-Emerick Aubameyang se convertiría en el talismán del Arsenal de Mikel Arteta, sin embargo, ahora es el símbolo de una etapa disfuncional que los Gunners parecen estar dejando atrás.

Aubameyang firmó un nuevo contrato de tres años con Arsenal en septiembre de 2020 -con un valor inicial de 250.000 libras semanales más generosos complementos- con el objetivo de convertirse en "una leyenda de Arsenal y quizá dejar un legado". Sin duda ha dejado un legado, aunque es más complicado de lo que nadie podía imaginar entonces.

Tras un deterioro gradual de su relación con Arteta, Aubameyang pasó de capitán a náufrago. Fue castigado, condenado al ostracismo, y luego le permitieron sumarse al Barcelona mediante un pase libre en febrero, donde pasó seis meses antes de regresar a Londres bajo el supuesto de que podría jugar a las órdenes de uno de sus antiguos jefes que aún lo admiraba, Thomas Tuchel, pero el alemán fue despedido por Chelsea seis días después.

El domingo, los Blues reciben a Arsenal en Stamford Bridge con una diferencia de 10 puntos entre los dos equipos, lo que significa que el jugador de 33 años se enfrentará por primera vez a Arteta y al equipo que se consideró que iba a mejorar sin él. Las marcas de aquella época aún son visibles. Los tatuajes ciertamente lo son. Tal fue la profundidad del sentimiento y la velocidad de la transformación que es probable que este fin de semana Aubameyang forme con la camiseta número 9 de Chelsea, con un tatuaje en el brazo derecho de sí mismo (junto con dos de sus hijos) con el número 14 de Arsenal.

Incluso el arte corporal fue objeto de discusión hacia el final de su etapa en Arsenal. En febrero de 2021, se sugirió que Aubameyang había infringido las normas del COVID-19 al hacerse un tatuaje en la mano, uno de los varios problemas disciplinarios que fueron erosionando su posición en el equipo. En aquel momento, las fuentes le dijeron a ESPN que no hubo un gran incidente que llevara a Arsenal a desprenderse de Aubameyang, sino una serie de infracciones menores que minaban el profesionalismo que Arteta exigía de su equipo.

Entre las diversas faltas, se reportó que Aubameyang se saltó un control antidopaje, llegó tarde a múltiples reuniones y, según una fuente, solicitaba tiempo fuera del grupo regularmente. En parte, se trató de un permiso justificado para visitar a su madre enferma, Margarita, pero en el club se consideraba que no estaba mostrando suficiente dedicación y que, además, corría el riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con el COVID-19 por sus viajes adicionales. Por lo general, se le considera un personaje gregario y popular, aunque sus ostentosos coches y su estilo de vida llamativo pueden provocar divisiones, sobre todo entre quienes valoran la humildad y la disciplina.

A la hora de separarse, Arteta fue implacable. El pasado mes de diciembre, Aubameyang fue despojado de la capitanía, obligado a entrenar solo y, finalmente, le permitieron marcharse mediante un pase libre. Aubameyang estaba amargado. Imágenes filtradas recientemente de sus primeros días en Barcelona muestran al jugador de 33 años haciendo una evaluación mordaz de Arteta.

"Los grandes personajes y jugadores... él no sabe manejarlos", dijo Aubameyang. "Necesita jugadores jóvenes que no digan nada".

Desde entonces, Aubameyang se ha distanciado de esos comentarios afirmando: "Todavía tenía un montón de malos sentimientos. Arsenal está haciendo grandes cosas esta temporada y les deseo lo mejor a todos mis excompañeros, sólo que no el 6 de noviembre".

Permitir que Aubameyang se marchara tuvo un costo alto. Arsenal no fichó un reemplazo y con Alexandre Lacazette y Eddie Nketiah siendo las únicas opciones para convocar, los Gunners se quedaron cortos de potencia y no lograron clasificar a la Champions League.

Pero el club creyó que el cambio cultural a largo plazo que Arteta había implementado valía el riesgo a corto plazo y esta temporada, después de un verano de inversiones inteligentes, esa visión está pagando sus dividendos. Arsenal está en la cima de la Premier League con Gabriel Jesus marcando el paso para los Gunners casi de la manera opuesta a Aubameyang; por lo general, las contribuciones del ex internacional gabonés era un gol y un poco más, mientras que Jesus presiona incansablemente, generando espacio y chances para los demás por medio de sus avances inagotables y movimientos inteligentes.

La sequía de goles de Jesus que lleva siete partidos es una preocupación, pero es algo que se ve compensando con su contribución al resto del equipo. La contribución de Aubameyang era medida sólo en goles. Se convirtió en el jugador más rápido en la historia de Arsenal en llegar a los 50 goles en la Premier League (en 79 partidos) y su toque clínico fue crucial para ganar la FA Cup 2020, una razón clave por la que cerró un contrato tan lucrativo más tarde ese año. Pero después de cerrar ese acuerdo, anotó 13 goles en 43 partidos de liga y su influencia fue en declive. Eso hizo que para algunos fans de Arsenal fuese más fácil aceptar la partida de Aubameyang, pero el choque de este fin de semana le proporciona al delantero una chance de demostrar que las sugerencias de su declive permanente han sido prematuras.

Hubo un debate en un momento con respecto a si Aubameyang iba a poder revivir jugando por el medio en vez del lateral izquierdo, donde había sido más efectivo con Arsenal, pero Arteta nunca estuvo completamente convencido con esa idea. El domingo, es probable que arranque en el rol de centro delantero para Chelsea.

Aubameyang esperaba que el hecho de volver a trabajar con Tuchel pudiese dar paso a un período de calma después de un año turbulento. Tuchel había hablado muy bien de Aubameyang en medio de su conflicto con Arteta, recordando su relación Borussia Dortmund, donde el delantero anotó 79 goles en 95 apariciones hasta que se sumó a los Gunners en 2018.

Ahora el jefe de Chelsea, Potter, también ha hablado maravillas de la actitud de Aubameyang – en particular con respecto a su recuperación tras el horrendo robo en su casa familiar en Barcelona que lo dejó con una fractura de mandíbula – y ha tenido cuidado con su carga de trabajo físico, dejándolo en la banca para los partidos de liga contra Brentford y Brighton en las últimas semanas. Aubameyang tiene un solo gol de liga a su nombre con Chelsea – contra Crystal Palace el 1 de octubre -- y Potter buscará una respuesta de sus jugadores después de una aplastante derrota por 4-1 ante su antiguo club Brighton el fin de semana pasado.

Aubameyang es el último de la larga y onerosa línea de delanteros apuntando a romper con la conocida maldición del “Nro. 9" en Chelsea, que ha visto a Romelu Lukaku, Fernando Torres y Álvaro Morata, entre otros, bajar notablemente su nivel en los últimos años. Fuentes le han dicho a ESPN que Chelsea tenía intenciones de fichar a Aubameyang hace dos años, pero Arsenal hizo todo lo posible para evitarlo y retenerlo con ese nuevo acuerdo. Este fin de semana, Aubameyang tiene una chance de recordar a todos la razón por la que alguna vez ha sido tan codiciado.