SUNDERLAND, Inglaterra -- Tres breves reflexiones sobre el 2-0 de Manchester City sobre Sunderland en el Stadium of Light el domingo.
1. La calidad de Agüero y Sané hundió a Sunderland
Manchester City ganó con comodidad para trepar al tercer lugar de la Premier League, pero no estuvo ni cerca de su mejor nivel. La calidad estuvo en sus goles, dos tajadas de primerísima calidad de Sergio Agüero y Leroy Sané que dejaron a Sunderland sin posibilidades de sorprender.
La historia podría haber sido diferente si Sunderland hubiera aprovechado una de las ocasiones que tuvo al principio del partido. El equipo de Pep Guardiola siempre le dará al equipo contrario alguna oportunidad de anotar, y en el minuto 20 el remate largo de Jermain Defoe pegó en el travesaño. Fabio Borini agarró el rebote de cabeza pero se le fue ancho cuando el arquero de City, Willy Caballero, estaba comprometido. Y antes de eso Defoe desperdició un buen centro de Adnan Januzaj. El extremo cedido en préstamo por Manchester United ya había mostrado su talento con una excelente gambeta en el mediocampo de City.
Pero, en general, el primer tiempo fue una alternancia entre ataque y defensa con Sunderland apiñado al borde del área grande mientras City intentaba hilar pases a través del ojo de una aguja. El equipo local hizo múltiples barridas desesperadas y bloqueos oportunos al jugarse la supervivencia en la Premier League tras haber arrancado el día a seis puntos de Crystal Palace en 17mo lugar. Pero no logró acortar la brecha.
Antes del gol de Agüero, a City no le resultó fácil encontrar ocasiones, aunque sí echó a perder una gran oportunidad cuando Sané encontró un espacio sobre la izquierda de la línea de meta. Su centro fue demasiado fuerte, y la embestida de David Silva mal calculada, aunque el dúo más tarde compensaría su error de comunicación con un estilo glorioso.
El primer gol (clave) de City llegó por la otra banda dos minutos antes del entretiempo.
Raheem Sterling se escapó de Bryan Oviedo, y esta vez el pase se calculó a la perfección. Agüero aprovechó su primera ocasión real con un remate afilado y preciso al primer palo, acariciando la pelota de manera que Jordan Pickford no tuvo ninguna posibilidad de detenerla. Así quebraron la resistencia, y también la estrategia del DT David Moyes.
Luego llegó la oportunidad de brillar de Sané. Con Sunderland incapaz de volver al partido, y sufriendo la frustración de una serie de offsides --Defoe encontró la red estando fuera de juego-- City aprovechó el espacio adicional que le habían concedido.
Silva, un gran creador de juego, encontró un hueco por la izquierda y avanzó. Colocó un pase justo en el camino de Sané, quien avanzaba a toda carrera, y el alemán no bajó la velocidad para controlar la pelota y luego disparar. Se lució con un remate que pegó en el palo antes de terminar en el fondo de la red. Sané, con seis goles en sus últimos 10 partidos, y tres en tres, se está convirtiendo en una figura rápidamente.
2. Agüero, afilado otra vez
Un Agüero motivado y en forma prácticamente no tiene igual en la Premier League, con las más sinceras disculpas a Harry Kane y Romelu Lukaku, quienes convirtieron en el partido anterior del domingo, cuando Tottenham superó a Everton 3-2.
La amenaza de Gabriel Jesús, extinguida por el momento dado que el brasileño sufrió una lesión en el pie, parece haber galvanizado al argentino, quien está prosperando gracias al veloz servicio de entrega que Sterling y Sané le ofrecen desde las bandas. A pesar de que Sunderland estaba estacionado en defensa, encontraron la manera de llevarse los tres puntos.
El gol de Agüero fue el primero del argentino en la Premier League desde el 2 de enero, aunque no podemos omitir sus dobletes contra Mónaco y Huddersfield. Hoy por hoy su DT no lo juzga únicamente en base a sus goles, y el delantero argentino cumplió su tarea de presionar a los defensores de Sunderland para que cometieran errores y City pudiera recuperar la pelota y dominar la posesión, como pide Guardiola.
3. Más problemas para Moyes
Cuando los partidos empiezan a escaparse de las manos de Sunderland, el Stadium of Light comienza a vaciarse en masa. Los hinchas hacen fila para salir al estacionamiento o a la estación de Metro. Esta vez, el éxodo comenzó en el minuto 60, justo cuando el remate de Sané se enclavó en el fondo de la red. Cuando sonó el silbato final, no quedaba más de un quinto del público. Están muy cerca de perder la esperanza.
A Moyes le tocó un momento complicado en Wearside, ya que el club se encuentra en pleno proceso de recortes y su presupuesto para el mercado de pases es mínimo, mientras que el resto del personal enfrenta despidos.
En este momento resulta difícil apelar al optimismo. En la batalla contra el descenso que se viene librando desde el principio de la temporada, clubes como Swansea y Leicester perdieron posiciones para luego recuperarse, pero Sunderland se encuentra en la zona de descenso desde septiembre.
Sin embargo, estas últimas semanas ofrecieron buenas actuaciones contra rivales de alto nivel.
Sus empates contra Liverpool y Tottenham se destacan como balizas en una racha de un solo triunfo en la liga en 2017. Hasta el gol de Agüero, mantuvieron la posibilidad de repetir. Pero una vez que convirtió, los hinchas comenzaron a planear su estrategia de salida.
Abajo en el tanteador, Moyes prácticamente no tenía nada en el banco para cambiar las cosas. El extremo Wahbi Khazri suplantó bien a Sam Allardyce, pero solamente fue titular cuatro veces en toda la campaña, y la única otra opción en ataque era George Honeyman, de 22 años, quien solamente fue titular una vez en su carrera.
Son tiempos difíciles en Sunderland, y el descenso sólo va a empeorar las cosas.
John Brewin es escritor de ESPN FC. Síguelo en Twitter @JohnBrewinESPN.