No pudo hacer la hombrada el Inter de Milán y ganar en el Camp Nou a pesar que los blaugranas contaban con la sensible baja de Lionel Messi. EI Inter llegaba envalentonado tras la victoria in extremis al AC Milan en el Derbi milanés --algo a lo que se está acostumbrando en esta temporada--, pero en Barcelona no hubo noticias de Mauro Icardi ni del resto de los delanteros del neroazzurros.
Más allá de unos pocos minutos en el arranque de la segunda parte, el Inter no fue rival para un Barça que llega pletórico de fuerzas y confianza al Clásico del sábado.
Los de Spalletti volvieron a demostrar sus dos caras, por un lado, es un equipo descaradamente defensivo que no tiene complejos a la hora de entregarle el balón al rival, por otro, cuando se suelta, demuestra que puede hacer daño a sus rivales porque tiene mucha dinamita arriba. El problema es que parece que a su técnico le gusta más la versión defensiva de su equipo que la ofensiva.
En el Camp Nou, el Inter se dejó llevar en una primera parte que acabó 1-0, con gol del exinterista Rafinha, pero que bien pudo haber terminado con un par de goles más en contra de los italianos. El conjunto de Spalletti nunca se encontró a si mismo en la cancha y ante la menor duda, lanzaba el balón atrás para no arriesgarse a perderlo en zonas peligrosas.
La presión del Barça ahogaba al Inter, que no encontraba salida ni forma de conectar con un Borja Valero que debía ser su cerebro pero que nunca pudo agarrar las riendas del equipo. Definitivamente una oportunidad perdida para el español que ha visto como Nainggolan le ha quitado el puesto de titular este año.
Ese embotellamiento en la salida del balón aisló a Mauro Icardi en la punta de ataque, en la vuelta a “casa” del argentino. Icardi creció y se formó en la Masía antes de ser traspasado a la Sampdoria por 350,000 euros. Sin duda era un partido importante para él, pero la propuesta futbolística de su equipo no le ayudó a destacar durante el partido. El argentino sólo disfrutó de un par de remates a portería, pero estuvo completamente desasistido en todo momento.
La entrada de Politano en el entretiempo pareció espolear un poco al equipo, pero no fue más que un espejismo. Diez minutos en los que el Inter encerró al Barça en su campo y contó con dos o tres buenas ocasiones, para luego deshacerse como un azucarillo con el paso de los minutos.
Con todo, la derrota no afectó mucho al Inter en la clasificación, pues el Tottenham no fue capaz de pasar del empate ante el PSV tras la expulsión de Hugo Lloris, con lo que si el Barça se había asegurado prácticamente el billete a segunda ronda, el Inter oposita fuertemente a la segunda plaza del grupo de la muerte.
El Inter ha demostrado ser un equipo rocoso y competitivo, y la personalidad de su técnico se ve sin duda reflejada en el campo, pero quizás le falte todavía dar un paso adelante para competir al más alto nivel. La Juve, por ejemplo, sigue con paso firme por Europa y es considerada por muchos como la gran favorita a ganar el torneo.
Al Inter todavía le falta tiempo de cocción y en el Camp Nou se le vieron las costuras. Spalletti tiene trabajo por delante, pero también muy buenos mimbres para lograr consolidar a un equipo robusto y eficaz a corto plazo.