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Pumas y Tigres mejoran, pero ¿hará milagros Espinoza con Chivas?

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La Volpe: 'Me parece que Gerardo Espinoza no tiene la espalda para dirigir a Chivas' (2:03)

Ricardo La Volpe analiza la llegada del técnico mexicano para Chivas (2:03)

El desafío para Gerardo Espinoza con Chivas es un acto de crueldad extrema: debe confrontar al América en el primero de tres escenarios patibularios


LOS ÁNGELES -- La Concachampions termina siendo el catalizador, el laboratorio, de los entrenadores de Pumas, Tigres y Chivas paridos por la desesperación, la emergencia, la sublevación, la contrición y la esperanza en la Liga MX.

Ya dos pasaron la mitad de la prueba en el torneo irremediable de clubes de Concacaf. Efraín Juárez y Guido Pizarro salieron bien librados con Pumas y Tigres. Felinos ambos que ronroneaban, sacaron las garras... finalmente.

Falta un tercero. Pero el desafío para Gerardo Espinoza al frente de las Chivas parece un acto de crueldad extrema. Un sadismo de la fatalidad. Este miércoles debe confrontar al América en el primero de tres escenarios patibularios que le aguardan.

1.- Porque va ante el Tricampeón, el pomposo y arrogante aspirante al Tetracampeonato, arcoiris al final del cual, jugadores y técnico, encontrarán un perol de oro, más allá de las guirnaldas históricas.

2.- Porque es el América, y porque sus jugadores ya han sido cebados con la tibia sangre y con las palpitantes vísceras de un Rebaño en desgracia, y porque saben además el momento patético que viven sus rivales.

3.- Y porque en el fondo anhelan los americanistas que estas Chivas sufran de un ataque de dignidad, de compromiso, de devoción y se atrevan a morir de algo más que de esa parsimonia, pusilanimidad, deserción y rendición en la que han vivido durante casi ocho años de ayuno, más allá de que esa vianda ante Tigres en el Clausura 2017 se las obsequió el sospechosísimo error arbitral del árbitro Luis Enrique Santander.

Claro, cuando de errores arbitrales se trata, estos dos gitanos, América y Chivas, no pueden tener el cinismo de leerse las cartas mutuamente.

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1:08
El América recibe serenata en Guadalajara previo al Clásico en Concacaf

Jesús Bernal con el reporte previo a la ida entre Chivas y las Águilas en el torneo internacional.

Algo debió ocurrir en el seno de la familia Vergara para que Amaury saliera de esa comodina burbuja del conformismo, el derrotismo y el valemadrismo en los últimos días. Extrañamente ha deambulado más en estadios, cancha y vestidor en la última semana que en todo el año anterior.

Alguien, ante el peligro de que la decadencia de Chivas salpique a OmniLife y los otros negocios familiares, debió exigirle que asumiera el rol que le heredó su padre, Jorge Vergara. Porque debe ser difícil vender milagros en polvo, cuando el enfermo agoniza en casa.

Cita pues, muy especial para Gerardo Espinoza. ¿Podrá resucitar espíritus vencidos y voluntades caducadas? Primero al diván y después a la cancha, eso es evidente.

El diagnóstico es innegable: el vestidor de Chivas está desunido, no roto, no se debe confundir. Un vestidor desunido puede resucitarlo un buen líder, porque son tipos ansiosos de alguien que los rescate, que les dé un motivo para la solidaridad, como si no debiera bastarles sus salarios millonarios. Un vestidor fracturado requiere cirugía y no parches, y ni las mejores hilanderas puede zurcir cuando hay repulsa colectiva. Para fortuna de Espinoza, sólo es una banda en desbandada.

¿Y los que ya casi aprobaron el examen? Se vieron cambios sustanciales en Pumas y Tigres. Y dignos de una buena revisión.

Efraín Juárez le dio orden principalmente. Y después, quedó claro que ya se metió en la cabeza de los jugadores. Fue posible ver la mejor versión de Alberto Carrasquilla en la Liga MX, muy cercana a la que seduce con la Selección de Panamá.

Vaya, hasta al ya “Funes-to Mori-bundo” lo bautizó de convicción para ser menos patético.

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1:20
Hugo Sánchez: 'La chispa del equipo es otra, se nota la mano de Efraín'

Hugo destacó las cualidades del nuevo técnico de los Pumas.

Sí, Pumas mejoró, pero el 2-0 sobre Alajuelense aún debe respaldarlo y consolidarlo en la Vuelta. Al orden de la noche del martes, debe agregarle aún mayor generación de futbol, y le espera este fin de semana un Puebla maltratado hasta por Querétaro, y que encima –inexplicablemente­– intenta dirigirlo Pablo Guede, un técnico que es inentendible que siga encontrando ingenuo en el futbol mexicano, aunque recuerde, está bajo el perverso cobijo de Christian Bragarnik.

Por otro lado, Guido Pizarro y su clan de asesores (André Pierre-Gignac, Rafael Carioca, Nahuel Guzmán y Javier Aquino, entre otros), presentaron ante FC Cincinnati a unos Tigres con una versión más agradable que la del torneo regular con Veljko Paunovic.

Meterse desafiante y propositivo al TQL Stadium ya merece una rayita de aceptación, más allá de la sublevación sediciosa contra Pauno. Sufrió Tigres, sin duda, al grado que Nahuel Guzmán, con una sobriedad irreconocible, tras varias pifias recientes, fue la figura de Tigres.

Ricardo Ferretti tiraba un galimatías fascinante: con Guido de técnico, ¿quién va a jugar de Pizarro? Y fue notorio en la cancha. Pero, para hacer tan evidente el repudio a Pauno, fue posible ver la manifestación más completa física y emocionalmente de los jugadores de Tigres. Y para contestarle al Tuca, pronto debe estar listo ya Fernando Gorriarán o deberán “resetear” a Juan Pablo Vigón.

Por lo pronto se viene una oportunidad deliciosa para Tigres: recibe a Querétaro. Es decir, con el apoyo mayúsculo de su gente, que en su mayoría ha aprobado el golpe de estado, podría borrar todo vestigio amargo de la presencia de Veljko Paunovic, y de paso mantener la cacería sobre América y León en la Tabla.