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Toluca, unos Diablos que se redimieron de sus propios pecados

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Toluca, pese a la adversidad, gana con drama otro título (1:55)

Los Diablos Rojos batallaron ante el L.A. Galaxy y un mal arbitraje para mantener firme el propósito del "Turco" Mohamed. (1:55)

Francisco Suinaga, vicepresidente del Toluca, se refirió a la renovación de Mohamed, el técnico que sacó a los Diablos del infierno y los hizo tocar la gloria.


LOS ÁNGELES -- El Cielo también puede ser rojo. Lo fue la noche del miércoles. El Dignity Health fue expropiado por el Toluca. La atmósfera evocó a los demonios. Los Diablos Rojos de Antonio Mohamed se coronaron en la Campeones Cup.

Sí, un trofeo de poca monta. Pero no era ya el objeto simplón manufacturado por la ambición de la MLS y la Liga Mx, sino todo lo que hubo antes… y lo que habrá después.

El sufrimiento, la redención, la victoria dignificada por el vencido, para beneplácito del vencedor, le daban a esa Campeones Cup, de modestia histórica, los ornatos y las vestimentas de un relato épico. Toluca estaba muerto al minuto 87, con el Galaxy defendiendo la ilusión del 2-1 a lodo, sangre y fuego. Pero al ‘88 apareció Franco Romero y al ‘93 lo hizo Federico Pereira. Las huestes del Infierno habían tomado el Cielo de Carson por asalto. 3-2.

Cuando ya el festejo había concluido, cuando las almas humeantes de las bengalas se habían disipado, y los jugadores y cuerpo técnico desataban su festejo en la intimidad del vestidor, no por el objeto en sí, no por la Campeones Cup, sino en homenaje a ellos mismos, por las formas mismas, entonces, Francisco Suinaga, vicepresidente administrativo del Toluca, hizo un corte de caja.

Suinaga acepta que el error es parte del acierto, y que la decepción es parte del juego. Toluca había empezado a quedarse en el umbral de las enciclopedias de gloria del futbol mexicano. Estaban ahí, pero necesitaban encontrar al Caronte que los sacara de su propio infierno. Sí, el Turco, Antonio Mohamed.

“La verdad que teníamos un equipo muy bien armado, nos había faltado un poco y sabíamos que trayendo a Tony, que es un especialista en ajustar, en leer los partidos, en los mata-mata, como él dice, y la verdad que ha hecho un equipo que sabe proponer, que sabe sufrir, que tiene alma, que tiene hambre de seguir ganando”, explica Suinaga viendo de reojo, con regocijo, a casi medio centenar de familiares de los jugadores y cuerpo técnico, que en un salón aparte, a un lado del túnel de acceso a la cancha, celebraban, y por ahí aparecían Paulinho y Pereira, haciendo labores más importantes que la de la cancha, la de padres.

Se le menciona a Suinaga que, en julio, después de que Toluca gana la Supercopa al América en ese mismo escenario, El Turco Mohamed había mencionado su anhelo de renovar contrato y buscar, ¿por qué no?, un bicampeonato y después un tercero.

“Ya renovó. Él siempre habla que la felicidad es un conjunto de cosas. Él está muy contento, es un tipo muy auténtico, si no lo estuviera, igual lo diría”, explica.

-- Como directivo, hay que recorrer el camino del error a veces. Tuvieron que sufrir en otros procesos, para llegar a este momento.

“Así es. Lo más importante es que cada quien sepa lo que está haciendo. Trabajamos en equipo. Cuando las cosas no salían, dar la cara, recomponer, trabajar en silencio, para que llegara el momento de celebrar y disfrutar”, explica.

Como Campeones de Liga y luego de agregar dos muescas al revólver, ante las tumbas de ex campeones de sus propios torneos, como América y Galaxy, cierto, en dos torneos de menor prestigio, pero, al final, en la suma no se restan objetivos futuros, ni tampoco la prudencia.

“No, no somos (el equipo galáctico de la Liga Mx). Vamos con mucha prudencia y con mucha humildad, y antes del partido ante Galaxy, (Mohamed) lo dijo, vamos a jugar con todo, contra todo, en su cancha, con sus comodidades, pero nos dijo que íbamos a ganar esta Campeones Cup, pero a guardar la humildad”, agregó.

Y en ese contra todos, iba incluido el árbitro salvadoreño Iván Barton, en un recital bufonesco, torpe y errático, tragándose tarjetas, negando y regalando penaltis, pero, eso sí, su incompetencia fue igual de generosa hacia ambas partes.

En tanto, la afición del Galaxy tiene en la #friendzone a su equipo. Los pésimos resultados (el peor club de la MLS) y la actitud de la institución ante las redadas del ICE, provocaron un rompimiento. La noche del miércoles, sin embargo, un pequeño grupo se hizo presente en Carson. Pero, el dominio abrumador fue de la afición escarlata. Cierto, cientos de boletos fueron regalados de última hora por los organizadores. Pero, al final, la invasión escarlata usurpó el Dignity Health, y los cohetones del festejo le agregaron el olor a azufre.

La danza de diantres en la tribuna, no sorprendió a Suinaga. Títulos, protagonismo, la reciente paternidad sobre el América, con el que por cierto cerrarán el Apertura 2025 en la Fecha 17, han permitido a la secta escarlata pasearse festivamente.

“Pues la verdad, últimamente ya no me sorprende. Es una afición que está enganchada, que cree en este proyecto, que está motivada, está agradecida, tenía mucha hambre de empezar a celebrar y la verdad que nos han seguido a todos lados. Nuestro estadio está lleno cada 15 días, con la afición metida. Este equipo y esta afición hoy tiene el conjunto que merecía históricamente”, precisó el vicepresidente administrativo del Toluca.

Antes del receso por Fecha FIFA, Toluca visita al León este fin de semana, equipo que hoy dirige Nacho Ambriz, quien, en cierta medida, fue parte del proceso en Toluca, para llegar al momento que hoy viven los Diablos Rojos.