MÉXICO -- Hace diez años, con un ‘8’ en su espalda, Josep Guardiola debutaba en el futbol mexicano defendiendo los colores de Dorados de Sinaloa. En aquel entonces ya se conocía la calidad del exmediocampista español, pero pocos anticipaban el gran éxito que iba a conseguir como entrenador.
Cuando se presentó en la cancha del estadio Azteca, para tener sus primeros minutos con jugador ‘dorado’, el catalán, tenía la firme encomienda de ayudar al club a sumar puntos para evitar el descenso, además, con los refuerzos que contrató el cuadro del pacifico ilusionaban a su afición con la obtención del título.
“Guardiola no fue a México en vano, sino a inmiscuirse culturalmente con el país, lo mismo hizo en Qatar, jamás para perder el tiempo y todo lo que aprendió hoy se los pasa a los jugadores como si fuera papilla. Ha sido una sorpresa toda su evolución”, señaló Ramón Besa, periodista del diario El País de España en el 2011.
El campeón olímpico en Barcelona 92’ llegó a México con casi 35 años, y antes de firmar un contrato con Dorados rechazó ofertas de Inglaterra e Italia, países que buscaban sus servicios. Se mencionó en más de una ocasión que una de las razones por las que aceptó la propuesta del plantel mexicano fue la buena relación que tiene con el timonel Juan Manuel Lillo.
Antes de su arribo a México, Guardiola, participó en la liga de Catar, en la que defendió los colores del Al Ahli Doha, una parada en su carrera como futbolista que pasó sin pena ni gloria. Pero sus mayores alegrías dentro del terreno de juego las obtuvo con el Barcelona, plantel en el que conquistó seis liga españolas y una Champions, títulos que cualquier futbolista envidiaría.
Al final, Pep no logró la encomienda y sumó, quizá en su carrera como técnico y jugador, el peor de sus fracasos, descender. La noche de aquel 29 de abril del 2006, los aficionados que se dieron cita en el estadio Banorte fueron testigos de un momento triste para el futbol de esa región, Guardiola y Dorados decían adiós a la máxima categoría del futbol nacional. Ahí acabaría la carrera futbolística de un emblemático del Barcelona.
NO SE OLVIDA DE DORADOS
Ante la oportunidad que se le presentó a Dorados de regresar al máximo circuito, el actual estratega del Bayern Munich hace unos meses envió un mensaje de aliento al plantel.
En la carta se leía lo siguiente: “Amigos de Sinaloa: Reciban desde Munich un saludos de su amigo Pep Guardiola. Sé que están por jugar la final del ascenso contra San Luis. Les deseo el mejor de los éxitos. Salgan a ganar para recuperar el lugar que le pertenece a Dorados en la Primera División ¡Mucha suerte! Estaré esperando noticias positivas".
NACIÓ UN ‘HISTÓRICO’ DEL BANQUILLO
En sus últimos minutos sobre el césped, y con la confianza que tenía con Lillo, ya cumplía una labor de ‘técnico’ dentro del terreno de juego. En más de una ocasión se le vio dar instrucciones a sus compañeros asumiendo un rol especial.
Así, unos meses después de su papel en México regresó a España para continuar con sus estudios como entrenador. La historia comenzaría bajo el mando del Barca “B”.
En la vitrina de trofeos del Barcelona hay tres campeonatos de liga, dos Champions League y dos títulos mundiales que llevan su nombre. Además fue reconocido en el 2011 como el mejor entrenador del mundo, según la FIFA.