A sus 35 años, Christian Giménez busca otras maneras de disfrutar del futbol. Lo hace sobre la cancha cuando tiene algunos minutos, pero también piensa en otras opciones, como lo es el Centro de Formación que lleva su nombre. ‘Chaco’ desea formar futbolistas para el futuro, los aconseja, les brinda su apoyo y espera verlos trascender.
Todo eso, comparte Giménez, es una labor que mucho dependerá de los jugadores también, sobre todo en una época en la que se han instaurado reglas en las que se permite el uso de 10 extranjeros cuando máximo en cada partido, con lo que quedan ocho lugares para los mexicanos. El argentino de nacimiento, pero de naturalización mexicana, piensa que al menos ahora, solamente se le mete más presión al joven mexicano que busca trascender.
“Tienen que ser libres en el sentido de que al joven no lo puedes cargar con tanta presión. El hecho de que puedas alinear 10 extranjeros y ocho mexicanos, ya está creando que el mexicano no tiene sus privilegios”, explicó en el evento de clausura del curso de verano que se realizó en su Centro de Formación, ubicado en Atizapán de Zaragoza.
‘Chaco’ es de quienes piensan que se les debe apostar más a los jóvenes, porque al final serán el futuro del futbol mexicano, pero igual cree que éstos, a su vez, deben tener bien presente los objetivos a alcanzar como para ganarse un puesto.
“Es cierto que muchos jugadores jóvenes no tienen oportunidad. Ya salieron a hablar muchos jugadores y han hablado de la inconformidad que tenían de que no se les dio oportunidad y sí es cierto eso también, pero todo depende de los jugadores en México sobre adónde quieren llegar, cómo deben llegar y si merecen otra oportunidad. En ese sentido tenemos que hablar que el futbol mexicano crezca”, indicó.
Al estar al frente de un Centro de Formación, el ‘10’ de La Máquina desea ayudar a la proyección de futbolistas y constantemente se presenta en las instalaciones para estar de cerca con los niños y jóvenes que sueñan con llegar al profesionalismo. El jugador trata de ser sensato con quienes lo intentan y les explica lo complicado que es. Al final, su sueño es que algunos lleguen al máximo circuito y destaquen ahí.
“Uno cree que la vida de futbolista es fácil y no es fácil. Hay muchas circunstancias, momentos, la vida diaria de todos los chicos, los padres, la escuela, comportamiento, y muchas cosas que por ahí uno no puede manejar, pero trato de apoyarlos. Cuando algún chavo se siente mal, trato de llamarlo y trato de aconsejarlo, los padres también tienen mi apoyo. Ellos saben que esto fue armado con todo el corazón y cariño mío y también soy responsable de lo que pasa acá”, explicó.
Incluso en casa, Giménez vive una situación de formación y apoyo constante hacia su hijo Santiago, quien juega en las divisiones inferiores de Cruz Azul y recientemente fue llamado a la Selección Sub 15, a pesar de que nació en Argentina.
“Sí, pero está registrado antes de los 18 años y va a ser (considerado) mexicano, pero realmente me pareció una locura que para que mi hijo jugara en inferiores, tuvo que naturalizarse cuando yo lo traje a los dos años acá. Hay muchos factores que influyen y creo que los reglamentos están para cumplirse, hay muchos factores y ya no queda otra”, recalcó.