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El ritual de Nahuel Guzmán, el gran héroe en los tiros penales

MONTERREY -- Cada penal siguió el mismo ritual. Se sacaba los guantes, retaba a los cobradores, levantaba los brazos, enfocaba su mirada en el balón y terminó por tapar cada disparo. Nahuel Guzmán fue el héroe de Tigres en la Final contra América y su equipo terminó por celebrar.

El argentino hizo todo un show antes de cada penalti y le funcionó la misma receta. Todo comenzó desde el juego de ida contra Oribe Peralta. Guzmán se acercó al artillero, intercambió algunas palabras mientras se tapaba la boca con los guantes y después se colocó debajo de su arco. Lo ocurrido desconcentró al ‘Cepillo’, quien mandó su remate al travesaño.

En la vuelta, ya en Volcán en plena erupción, se presentaron los penaltis. No había vuelta atrás ni otro modo para definir al campeón. Nahuel asumió su rol. Entendió que se convertía de manera inmediata en el hombre clave y así trató de responder.

Guzmán se despojó de su guante derecho antes de cada penal y se lo comenzaba a poner ya que su contrincante estaba enfrente. Justo cuando el cobrador iba a poner el esférico sobre el manchón, decía algunas cosas, los retaba, buscaba la distracción y consumía bastantes segundos antes de ponerse en la línea de meta y debajo de los postes.

Primero fue William. El ritual funcionó, Nahuel adivinó y se lanzó sobre su costado derecho para detener el disparo; para el segundo cobro ocurrió lo mismo con Silvio Romero, quien decidió tirar al centro y el argentino volvió a elegir correctamente; para el tercer caso se repitió la dosis y Javier Güémez erró.

El ‘Patón’ lo hizo todo en la tanda de penaltis, donde los porteros recobran todavía más protagonismo. El argentino festejó y fue felicitado por sus compañeros, mientras Tigres celebraba su nuevo campeonato.