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Aficionados de Chiapas tardaron más de un día para llegar a Puebla

PUEBLA -- Un día después de camino, decenas de aficionados de Jaguares llegaron al Estadio Cuauhtémoc para presenciar a su equipo frente al Puebla. Fue una travesía que valía la pena para seguir a sus colores.

Los seguidores de Jaguares fueron pocos, llegaron en diversos grupos de menos de cinco personas y fueron ubicados en una de las esquinas de las gradas del Cuauhtémoc para que desde ahí presenciaran el encuentro.

"Nos tardamos un día, pero aquí estamos apoyar a nuestro equipo, que se va a quedar en Primera División. Si seguimos así, lo vamos a lograr", explicó uno de los seguidores, antes de ingresar a paso veloz a su zona reservada.

Para llegar a Puebla, el viaje comenzó desde el sábado por la mañana y realizaron algunas escalas para comer y descansar. Más de 24 horas de camino valían la pena para estar cerca de su equipo, que pelea por la permanencia en Primera División.

Para ser vigilados y evitar problemas como el que ocurrió en Veracruz, donde la porra de los locales corrió hasta el costado de los visitantes para intercambiar golpes, en el Cuauhtémoc, los que son seguidores del conjunto rival, están cercados por rejas y personal de seguridad. Además, para el ingreso a las mismas, también hay vallas metálicas que impiden el paso de la gente.

Cuando pasa la porra visitante, es bien revisada por el personal de seguridad, además de que no se permite el paso a las personas hasta que los contrincantes ya estén en las gradas. "Cuando termine el partido, tienen que salir forzosamente por esta salida, no se pueden ir a otro lado", les advertía una persona encargada de la seguridad del estadio.

Los aficionados, una vez que eran revisados y no traían objetos con los que pudieran golpear a otras personas, como incluso los cinturones, se disponían a entrar al inmueble y apoyar a los suyos. La travesía, después de todo, había valido la pena hasta llegar al Cuauhtémoc.