Fue campeón con tres de los equipos más importantes en México, anotó un gol de antología al Real Madrid y hoy cumple con su sueño de jugar fuera del país, pero Israel Castro aún vela por el bienestar del balompié nacional, del que se marchó en el verano pasado.
Debutar en el futbol mexicano no es cosa fácil y aunque él lo hizo en 2002, está consciente de que a lo largo de la historia han existido ciertos incidentes turbios, que aún se mantienen en las penumbras del esquema de fuerzas básicas.
"Creo que sí puede existir (corrupción) en algunos lados del futbol mexicano, esa también es una de las cosas que no se viven sólo en el futbol, también en el gobierno, en muchos otros rubros.
"A mí no me consta, he escuchado, me han dicho, sí hay gente que lo ha hecho, pero no me ha tocado vivirlo en carne propia ni verlo, sólo escucharlo, pero creo que son cosas que se deben buscar y erradicar", declaró con cautela el también mundialista en Sudáfrica 2010.
Hoy juega para el Toledo de España y desde allí alza la voz en pro de los jugadores mexicanos, que día con día trabajan en busca de una oportunidad que a él le llegó hace 15 años pero que podría verse truncada por la regla 10/8, implementada hace unos meses en la Liga MX.
"Somos muchos mexicanos que quieren jugar al futbol, que quieren trascender, si queremos que México, la Selección y el futbol tengan esa repercusión, hay que trabajar desde raíz y no solamente generando algunas reglas que, para mí, favorecen más a la parte económica y no la formativa", concluyó al respecto.
ORGULLOSO DE PACO Y 'JIMMY'
Varios semestres atrás, cuando vestía la camiseta auriazul, Israel Castro compartió el vestidor con dos elementos que hoy reparten cátedra como estrategas: Francisco Palencia y Jaime Lozano, entrenadores de Pumas y Querétaro respectivamente.
"La verdad es que es gente a la que le veo mentalidad triunfadora, mentalidad de equipo, es gente líder, así que seguramente y por lo que he visto, están haciendo bien las cosas, les va a ir bien en esta nueva aventura y carrera", declaró con orgullo, pero aún sin saber si ese será su próximo camino.