JUÁREZ -- Pesa 91 kilos y mide 1.89 metros, pero Gilberto Barbosa, defensa de los Bravos de Juárez, se sintió diminuto y desbravado cuando recibió insultos racistas al estar calentando en el Estadio de los Alebrijes de Oaxaca. Un sector de la tribuna, al ver al brasileño junto a sus compañeros de equipo, le gritó ‘simio’ e hicieron sonidos animalescos.
“Fue tal su dolor que dejó de calentar y se metió a la banca llorando. Incluso le hablamos al cuarto árbitro (Juan Andrés Esquivel González) para que se diera cuenta del incidente. Le gritaban de todo, también negro le decían”, relata el técnico Miguel de Jesús Fuentes.
Gilberto Barbosa es un jugador de 27 años, que ha pasado por tres equipos en su país natal y es profesional desde el 2011. Decidió venir a México a la liga de Ascenso en el 2015 sin que le hubiera sucedido algo tan difícil como lo del viernes pasado en el juego contra Oaxaca.
“Estaba muy afectado”, cuenta la Presidenta de Consejo de los Bravos de Juárez, Alejandra de la Vega, “por fortuna sus compañeros se solidarizaron, entre ellos Raúl Enríquez, quien se atrevió a poner en twitter este acto de racismo.
"Gilberto Barbosa es un hombre fuerte pero nadie tiene por qué sufrir esto, sobre todo porque no hizo nada, ni siquiera participó en el juego. Los Alebrijes ganaron el partido, entonces no tiene ni siquiera un motivo la agresión”.
La postura inicial de los Bravos de Ciudad Juárez es que no se castigue a la afición ni al estadio de los Alebrijes pero esa fórmula de ataque a un jugador y a un hombre por su color de piel, no es algo que le parezca razonable al técnico Miguel de Jesús Fuentes a quien le gustaría que la Federación Mexicana de Futbol tomara el caso de oficio.
“Quedó asentado en la cédula arbitral, porque no lo iban a poner y nosotros entramos con el silbante Leopoldo Guerrero y con el comisario para que se estipulara. Presionamos para que fuera porque de parte de ellos, iban a dejar pasar desapercibido el asunto. Un problema menos ¿no?”.
Alejandra de la Vega estaba en las tribunas y se percató del incidente al bajar a los vestidores, “que quede claro que no queremos afectar a Oaxaca, sólo deseamos que esto se ventile para que no suceda más en el futbol mexicano. Cuando bajé, me topé al técnico Miguel de Jesús Fuentes quien venía molesto porque un supuesto periodista le pregunto si íbamos a mandar con el sicólogo a Gilberto Barbosa después de lo sucedido. Lo que no entiendo es por qué de la agresividad de ellos si por encima de todo ganaron el juego”.
Fuentes considera que la actitud de seguidores de Alebrijes es “igual de grave que las agresiones que están ocurriendo en el futbol mexicano. Somos un país que sufre racismo del presidente vecino (Donald Trump) y en nuestro propio país hacemos actos racistas. Es increíble”.